En diálogo con Agostina Scioli, la profesional destacó la importancia de los cambios en los procesos productivos y la diversificación económica como motores de desarrollo. “La innovación es parte fundamental de cualquier proceso industrial. Cuanto más innovadores seamos en nuestra forma de producir, más competitivos podremos ser, y ese es el gran desafío que enfrentamos como sector”, señaló.
En este sentido, las empresas que integran AFARTE ha impulsado la incorporación de tecnologías avanzadas como los robots que asisten directamente a los operarios en tareas repetitivas y demandantes. “En una línea de fabricación de microondas, se diseñó un brazo que coloca transformadores de 1,5 kilos dentro del electrodoméstico. Si un operario tuviera que levantar cientos de esos al día, podría sufrir lesiones. Con esta tecnología, protegemos la salud del trabajador y mejoramos la eficiencia del proceso”, detalló.
Vainman relató uno de los puntos más importantes de la época: el rol del trabajo humano. “Los robots no reemplazan a las personas, sino que trabajan de manera colaborativa, formando equipos más dinámicos y efectivos. Siempre están supervisados y operados por operarios capacitados que aseguran la calidad y el funcionamiento adecuado de cada sistema”, agregó la directora.
Procesos más eficientes, industrias más fuertes
La implementación de metodologías internacionales como el modelo japonés Kaizen representa otro de los pilares clave para las empresas de Tierra del Fuego. Este sistema busca optimizar cada etapa del proceso productivo, desde la disposición de los insumos hasta la reducción de tiempos en las líneas de fabricación.
“Es importante que cada segundo cuente. Los métodos eficientes no solo reducen costos, también aseguran que los productos lleguen a los consumidores con los estándares de calidad que exigen los mercados internacionales”, afirmó Vainman. Este enfoque también incluye un monitoreo constante de los procesos y un esfuerzo conjunto para minimizar desperdicios y mejorar la sostenibilidad del sector.
Diversificación: un paso hacia el desarrollo integral
El subrégimen industrial y la extensión de la ley 19.640 le permitieron a la provincia fueguina plantearse un futuro más diverso. Según explicó Vainman, uno de los principales objetivos es complementar la industria electrónica con otras actividades productivas, aprovechando las fortalezas y recursos de la región.
“Esta mirada incluye proyectos innovadores, como la fábrica de alimentos para cruceros que visitan la Antártida Argentina. Se trata de una planta, ubicada cerca del puerto de Ushuaia, que además de generar empleo, ayudará a mejorar los servicios turísticos, que son una de las bases económicas de nuestra provincia”, destacó.
Otro proyecto emblemático es la construcción del puerto en Río Grande, una obra estratégica para el desarrollo logístico de la región. “Hoy, trasladar insumos o productos terminados desde donde estamos es complejo y costoso. Tener una terminal operativa permitirá que los tiempos y costos logísticos se reduzcan drásticamente, lo que fortalecerá la competitividad de nuestras empresas”, explicó.
El impacto de la industria electrónica en la Argentina
“Fabricar electrónica no es algo que muchos países puedan hacer. En América, solo México, Brasil y nosotros tenemos esta capacidad. Esto nos coloca en un lugar privilegiado porque no solo producimos bienes de consumo, también desarrollamos tecnología con innovación integrada, lo que nos da un know-how único en la región”, explicó.
Durante la pandemia, estas capacidades fueron puestas a prueba, demostrando su valor. “En plena crisis, cuando el mundo enfrentaba la escasez de respiradores, las plantas de Tierra del Fuego elaboraron 1.800 unidades. Lo hicieron aprendiendo a producirlos por Zoom, gracias al conocimiento industrial y la flexibilidad de los equipos que trabajan en las fábricas”, recordó Vainman.
El ensamblaje, muchas veces subestimado, también fue reivindicado como un proceso clave en la cadena de valor. “No es algo menor. Se trata de un modelo productivo de muchas industrias modernas, incluidas las automotrices. No solo integra componentes, también se incorpora el software y se realizan testeos, lo que requiere de equipamiento costosísimo, habilidades y procesos que no todos los países pueden realizar. Es una fortaleza que debemos valorar y defender”, concluyó la directora ejecutiva en su conversación con Agostina Scioli.
Fuente y fotos: Infobae