Felisa Romero, responsable del comedor comunitario “Pequeños Cisnes”, que funciona en el barrio Los Cisnes de Río Grande; se refirió a la situación que se encuentran atravesando en la actualidad y señaló: “estamos todos los días en el comedor, así que firme. Ahora hay muchísima gente que está sin trabajo y que ya directamente ya no hay un control directo diríamos de cuánta gente está asistiendo, así que cada día vienen más y más y más”, mencionó.
Dijo que “Son más chicos que las mamás, las mamás vienen también, en el comedor también tengo familias, tengo personas que viene solas, pero ahora se me agregaron muchos adolescentes, que vienen a la hora de la merienda”, señaló.
La mujer contó que “Acá se almuerza a medida que uno pueda cocinar y que pueda tener para cocinar. Hay días que tengo y hay días que no tengo para cocinar, porque no me está llegando lo que es mercadería. Muy poco estoy teniendo, así que lo único que sí estoy manteniendo hasta ahora es la merienda, que sí o sí la tengo que dar. Ahora, en este momento, por ejemplo, estoy haciendo pan casero, así que eso me salva un montón”, indicó.
Respecto de la asistencia desde el estado, comentó que “Municipalidad y gobierno me están trayendo, pero menos de la mitad de lo que me traían, muy poquitito. Gobierno directamente nada, la Municipalidad me alcanzó lo que es verdura y eso. Así que con eso estoy hasta ahora, luchándola”.
Además, mencionó que mientras tanto “Crece la cantidad de gente, yo nunca llegué al extremo de que las mamás vinieran a merendar con los niños, eso no lo tuve nunca. En este momento estoy teniendo ese tema, que las mamás tienen que venir porque no tienen para cenar a la noche”, advirtió Felisa Romero.
La mujer, dijo que la situación se viene agravando desde hace “dos meses, que vengo duro, durísimo, en la lucha para poder poner algo en la mesa. Porque, directamente, ya no estoy dando lo que debía dar, porque cocino y comen lo que hay, a lo que se llega. Porque no alcanza, no hay forma de alcanzar para todo lo que tengo”, remarcó.
Nuevamente, dijo que hay “muchísima gente sin trabajo, hay mamás que ya la estaban peleando mal, porque estaban siendo empleadas domésticas, y resulta que ahora se quedaron sin trabajo. Así que esas mamás son las que tengo también acá”.
Finalmente, comentó al ser consultada sobre alguna vía para colaborar con su tarea, que se encuentra en la calle “Vapor Asturiano 517, en mi comedor, es el Barrio de los Cisnes. Así que yo estoy acá desde tempranito y hasta las 11 u 11 y media de la noche, todos los días, de lunes a lunes. Estoy de lunes a lunes, ya que no puedo cerrar porque tengo principalmente a los chicos que vienen, o las mamás. Acá estamos haciendo lo que podemos para que puedan ingresar algo en su pancita. Así que cada vez se me está complicando más, porque veo que hay muchos adolescentes que vienen y me plantean que es solamente la merienda lo que comen, porque a la noche ya no cenan. Entonces yo, lo que es merienda, no la puedo dejar en ningún momento”, concluyó la mujer.