Para generar un mercado voluminoso, el gobierno de Chubut estudia las necesidades de los viajantes, consumidores de vino o no, que podría ayudar a las bodegas con la venta directa, la fidelización de clientes y con una buena comunicación de boca en boca.
Previamente, el plan implica el desarrollo estatal y privado para poder abarcar todas las épocas del año, con el blanco invierno, la templada primavera, las vacaciones de invierno y la vendimia otoñal. Un posible recorrido comenzaría en marzo y se extendería hasta los primeros días de mayo, partiendo de Puerto Madryn, pasando por Trelew y el resto del valle, luego la meseta y se trasladaría a la Comarca Andina, para culminar en Sarmiento y Comodoro Rivadavia.
El clima provincial es ideal para la producción de vinos de buena calidad que atraigan al turismo. Por un lado, su clima da lugar al desarrollo de variedades de ciclo corto y variedades de ciclo medio. Por otro lado, la región se caracteriza por la ausencia de plagas o enfermedades. Además, los suelos no tienen especies dañinas y las aguas se caracterizan por no estar contaminadas.
En la zona andina, el régimen de precipitaciones vuelve innecesario el riego. Los veranos son frescos y hacen que la uva desarrolle gran acidez natural, por lo que no es necesario utilizar sales o productos químicos como estabilizantes microbiológicos.
Por último, los productores cuentan con la maquinaria adecuada: tractores Zanello usados o nuevos, pero estrechos y mejor adaptados para manejarse en viñedos, con baja relación peso/potencia, de dimensiones 'recortadas' y muy maniobrables.
A lo largo y a lo ancho de la provincia se ven los usados para la cosecha de frutas finas, pero en la cordillera se entremezclan entre vides trabajadores rurales producto del crecimiento de este sector.
También cuentan con prepodadoras, barredoras de sarmientos, trituradoras, abonadoras, desbrozadoras y cultivadoras.
Una vid vive entre 80 y 120 años, por lo que pasa de generación en generación, lo que genera un arraigo rural poco visto en otras ramas agrarias. Los descendientes de vitivinicultores saben que los tractores son la mejor estadística de producción rural.
Un informe de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas mostró que es momento de utilizar la cosecha asistida, ya que se posiciona como el sistema de menor costo para el productor primario permitiendo, además, mejorar las condiciones de trabajo para el empleado, porque reduce la cantidad de mano de obra requerida y la probabilidad de ocurrencia de accidentes laborales.
Los resultados de las estimaciones muestran también que el costo de cosecha se incrementó entre un 30 y un 40 por ciento, dependiendo del sistema utilizado. Se destaca la importante incidencia que tiene la mano de obra y el flete en los costos de cosecha manual y asistida representando aproximadamente $7 de cada $10 destinados a la cosecha ($4 corresponden al pago de fichas y $3 al flete, en promedio). Interanualmente, el costo del flete fue el que más se incrementó durante la pandemia, alcanzando un 50 por ciento.
En el caso de los campos de 320 quintales por hectáreas para uva blanca común, se estima que la mecanización de la cosecha sí podría resultar conveniente.
De la misma manera, para la uva tinta común, este cambio se debería dar a partir de los 280 quintales por hectárea para uva tinta común y 240 quintales por hectárea para uva tinta varietal.
Por esto, los vitivinicultores están apostando a invertir en maquinaria como Tractores Zanello y, para pequeños productores, los Tractores Zanello usados, para poder alcanzar un mayor rinde sin riesgos de salud para los trabajadores.