La pérdida de puestos de trabajo en diferentes sectores de la producción, está teniendo un durísimo efecto en nuestra provincia. Para poner solamente algunos ejemplos; exclusivamente en la actividad metalúrgica, se pasó de 3071 trabajadores y trabajadoras contratadas en noviembre de 2023 a 159 en enero de este año.

Igualmente, el personal de prestación discontinua, en el mismo periodo, pasó de 1772 a 929. En tanto la caída registrada a diciembre de 2023, desde enero del mismo año, fue de un lapidario 25% según los datos cotejados.

Vale recordar que, frente a los despidos y suspensiones en la industria, la ministra de Trabajo de Tierra del Fuego, Sonia Castiglione, hace algunos días atrás describía el escenario como “dramático” y lo comparaba con la pandemia, donde dijo “hubo respuesta positiva de las empresas”. Para la funcionaria, el contexto actual es peor y atribuyó la situación al enfriamiento de la economía y la crisis en las ventas.

Castiglione advertía que existe “un enfriamiento de la economía que es insoslayable, las ventas han caído en todos los sectores a nivel país y esto tiene un efecto dominó. La industria promovida tiene producción de bienes de uso y, ante la falta de ventas, no hay otra forma de generar ingresos y se generan las suspensiones de trabajadores, los despidos, la no renovación de contratos. Toda esa masa salarial que se volcaba en el consumo local deja de volcarse y esto afecta al comercio y a los servicios. Hay menos circulante y esto ya pasó en los ’90, y pasó en el Gobierno de Macri”.

Por su parte Rodrigo Cárcamo, secretario General de SETIA, también se refería a las dificultades que enfrenta la industria textil en Tierra del Fuego durante este inicio de año, y en ese sentido expresó que "Es un comienzo de año muy difícil para la mayoría de las textiles. Tenemos esquema de suspensiones en la empresa Blanconieve. Hemos tenido una negociación con Textil Río Grande que no llegó a ningún puerto, con respecto a las suspensiones. También hubo un despido en Textil Rio Grande, aduciendo situación de fuerza mayor, baja producción y demasiado stock. Todas las empresas han reducido su producción debido a la baja en las ventas, ya que el poder adquisitivo está enfocado en la compra de insumos de primera necesidad", señaló el dirigente textil.

Desde otros sectores gremiales como ASIMRA y la UOM, también se viene advirtiendo sobre esta situación y se alerta sobre la necesidad de defender el subrégimen de promoción industrial fueguino, impulsando incluso desde el gremio metalúrgico una “movilización unitaria y multitudinaria”, con sectores gremiales, sociales, barriales, estudiantiles y “el conjunto de la comunidad”, para salir en defensa del subrégimen que enmarca el funcionamiento de la industria radicada en la provincia. Vale advertir que, el impacto que esta teniendo ya en la zona norte de la provincia la caída de la actividad en el sector industrial, se está notando en la pérdida de puestos de trabajo en otros sectores satélites como el mercantil y en la retracción comercial y de dinero circulante que afecta actividades como la venta de combustibles que en el último tiempo tuvo una merma notable, que superaría el 10%.