Desde la pandemia crecieron exponencialmente las consultas psicologicas, psiquiatricas, personas que sufrieron algún tipo de trastorno psicólógico y emocional, también se presentó la oportunidad para que personas que no habían buscado ayuda lo hicieran. A su vez se comenzaron a visibilizar mensajes en las redes sociales de famosos como Alejandro Sanz, Tini Stoessel, entre otros, donde cuentan en primera persona sus padecimientos.
Al mostrarse en la escena mundial las problematicas de salud mental, a mi entender, permitió dar un paso muy importante porque comprendimos que no hay salud sin salud mental, a darle a la salud mental la misma importancia que a nuestra salud fisica, reconocer lo que nos pasa, nuestras emociones, hablar de depresion, trastornos de ansiedad, sin tabues, estigmas sino dandonos cuenta que son mas frecuentes en la poblacion de lo que creemos.
Se tiende a estereotipar a quienes enfrentan trastornos mentales, perpetuando ideas falsas que obstaculizan el apoyo necesario. Estos estigmas pueden llevar al aislamiento, la vergüenza y la negación de la propia condición, impidiendo el acceso a tratamientos y recursos.
Combatir los estigmas implica educación, conversaciones abiertas, promoción de la compasión y la solidaridad. Al desafiar las percepciones erróneas, podemos construir comunidades más comprensivas y de apoyo para quienes enfrentan estas dificultades.
Ahora me pregunto, ¿Cuánto del autocuidado, a reconocer nuestras emociones, que hago cuando por ejemplo me enojo, angustio, nos enseñan en nuestras casas, padres, abuelos, tios, en el colegio y diferentes instituciones que transitamos a lo largo de nuestra vida?; ¿Acaso sabemos de la importancia de los espacios terapeuticos?, y que estos no son solo para personas que tienen una patologia grave sino que son espacios que nos permiten conocernos, crecer como personas, vivir una vida con mayor planitud, bienestar y libertad de todo condicionamiento.
Todavía nos falta mucho como sociedad para lograr que tengamos en todas las instituciones publicas, privadas, organizaciones, etc. espacios donde podamos hablar de nuestras emociones, haya psicoeducación, más información, acompañamiento, sostén en cuanto a lo que respecta a la salud mental y generar espacios que podamos expresarnos con libertad sin sentirnos juzgados, compartir experiencias y brindar apoyo a otros.
Todo esto se hace cada vez más imprescindible en los tiempos que vivimos y en nuestra ciudad donde las personas por las características geográficas de la Isla se pasan mucho tiempo dentro de la casa, luz artificial, encerrado, donde un porcentaje alto de ciudadanos son de otras provincias, entonces no cuentan con su familia, su red de contención, los adolescentes y adultos mayores no cuentan con espacios que le brinden todo lo mencionado anteriormente, ya que sabemos que la autoexpresión y la conexión con otros se presentan como pilares para preservar y fortalecer la salud mental.
Tenemos que promover una cultura que valore la salud mental, normalizar las conversaciones sobre el bienestar emocional, mostrando que pedir ayuda es un acto de fortaleza y autocuidado.
Hay una necesidad urgente de abordar la salud mental como una prioridad en la salud pública, la inversión en recursos por parte del estado; Que los medios de comunicación asuman el compromiso de informar sobre estos temas tan complejos y que atraviesan a la población, los cuales nos pueden afectar a todos independientemente de la edad, genero, estatus social.
Empecemos cada uno de nosotros a generar este cambio en nuestros ámbitos de trabajo, en nuestras casas, en los colegios los directivos, docentes, en nuestros hospitales, centros de salud, centros de día, etc. espacios para hablar sobre nuestras emociones, el autocuidado, salud mental, así de esta manera tendremos una sociedad más sana en todos los sentidos.
Lic. Eliana Lujan Galante
Psicóloga Clínica
MP: LPS- 361 / MN: 44968