Luís Valentín, un trabajador de la ciudad de Tolhuin, contó a Radio Provincia sus tribulaciones y la precaria situación en la que vive. El hombre, de 35 años de edad, trabaja en el aserradero Van Holpen, y hace unos días atrás tuvo un accidente cayéndose de espalda sobre una viga, lo que le ocasionó una lesión importante en la espalda. A raíz de esta caída, lo llevaron al Hospital Modular en ambulancia, y allí pudieron constatar la lesión que tenía, pero le aconsejaron realizarse estudios en el Hospital Regional de Ushuaia o de Río Grande, porque este tipo de estudios no los realiza el nosocomio tolhuinense.
Por ese motivo se tuvo que dirigir a una clínica para efectuarse el estudio, y allí se desayunó que su obra social no lo cubre en Tierra del Fuego. “Es una obra social que prácticamente aquí no la conocen, o sea que está pagando una obra social que no le otorga ningún tipo de beneficio en la isla, sin embargo a él le están descontando por esto y hoy Luís está sin atención médica, sin sueldo, porque según él mencionó, lo suspendieron”, relató el periodista Gabriel Nieto.
“Sin lugar donde vivir, Luís Valentín está durmiendo dentro de la carrocería de un vehículo abandonado en un bosquecito, solamente con una manta y sin comida”, agregó el periodista. El propio trabajador relató que “justo el Día de la Virgen, el 8 de diciembre, estuve cortando vigas y se resbaló una viga y me caí de lleno arriba de mi espalda, y ahí no me pude levantar, me quedé sin aire, hasta que le pude levantar mi mano y avisar a un compañero que estaba al lado mío, y recién me pudieron ayudar”.
Preguntado si trabajan con todos los elementos de seguridad en el aserradero, el damnificado lo negó. “Trabajo en el aserradero a Gandolfi, ahí me lastimé la espalda y después me llevó a la ambulancia al hospital donde me dieron suero y calmante -no me pasaba el dolor-, luego me dieron una semana de reposo y después obligatoriamente tuve que ir a trabajar, y les comenté que no me sentía bien, y los patrones me decían que vaya, que esté parado, controlando a la gente, pero yo tampoco podía estar parado”, contó.
Agregó que “me dijeron que me compre una faja para poder seguir trabajando y me daba siempre dolor, tomé pastillas pero ni con la pastilla me pasaba y a veces le decía, no, no aguanto más, no aguanto más, y meter un poco más, meter un poco más, ya va a terminar, ya va a pasar el dolor. Llegaba la noche, destruido, no tenía ni ganas de seguir porque no podía ni por mí, no podía”.
Explicó que “me saltó que tengo fisurada la espalda. Hice estudio y tengo la vértebra fisurada y ahora tengo que hacerme otro estudio para ver cómo sigo”. Comentó que “estoy asegurado en el aserradero pero el seguro no tiene cobertura en Tierra del Fuego; estoy trabajando en blanco, tengo recibo de sueldo y me hacen un descuento por una obra social que no me cubre”, lamento el hombre.
Relató que “estoy durmiendo adentro de un auto, tengo una frazadita y mi zapato y mi ropa ahí adentro, es un auto abandonado dentro de un bosquecito, porque obviamente no tengo para pagar. Hasta el día de hoy no me dieron ni un peso más. Me suspendieron, aunque no me llegó ningún telegrama de suspensión, fue de palabra nomás”.
Preguntado si fue a la Municipalidad de Tolhuin o la Delegación de Gobierno, aseguró que “me fui treinta veces ya y ninguna de las treinta veces, ni una respuesta concreta no me dieron. Fui al Ministerio de Trabajo, ahí hice la denuncia que tenía que hacer hace tiempo atrás, pero ahora recién me salió”. También confirmó que envió una carta de documento “para que el dueño del aserradero, al menos para que me dé una mano, yo no le he fallado, yo quiero que me dé una mano nomás”.
Luís Valentín no tiene familia en Tierra del Fuego. “Me arreglo como puedo, a veces me voy a la panadería o amigos para bañarme, pero vivir dentro del auto es muy frío, hay temperaturas bajo cero. La última vez que estuve el sábado casi no sentía los pies, parece que me iba a quedar todo duro ahí nomás. Me asusté porque nunca pasé ese momento, ese momento nunca pasé, yo pensé que me moría y la espalda peor, porque no tengo cómo estirarme, encima yo soy el largo, alto y el auto es chiquito, duermo a acurrucado ahí, estoy como puedo nomás”. “Hasta el día de hoy no tengo ninguna respuesta, estoy así, a veces no sé si llorar o qué hacer”, finalizó.
A raíz de esta situación, el propio periodista Gabriel Nieto medió ante Nicolás Pavano, subsecretario de Coordinación de Gobierno provincial en Tolhuin, alrededor de las 22 horas (tras la entrevista al trabajador), quien en forma inmediata dio aviso a Roberto Gallardo, del área social del Gobierno y en cuestión de minutos asistieron a Luís Valentín con un módulo alimentario para que pueda comer al menos un par de días y quedaron a disposición de este joven para asistirlo cuantas veces lo necesite, así una de las necesidades estaría cubierta. Además, el Gobierno lo está auxiliando con colchón y frazadas y están buscando un lugar seguro para que se quede.
También, el Ministerio de Trabajo ya lo asesoró y enviaron una carta de documento intimando al aserradero Van Holpen para que informe en el caso de 24 horas, los notifique del nombre de la aseguradora que contrata la empresa, su domicilio real, a los fines que le otorguen prestaciones previstas en la normativa vigente, bajo apercibimiento de denunciar su incumplimiento ante la Superintendencia del Riesgo de Trabajo. Y además ya contaría con el asesoramiento de una abogada privada para llevar a cabo todo el proceso que demande esta situación que él está viviendo el día de hoy.