El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios eran secuestrados en un operativo conjunto de la policía de Buenos Aires y el Ejército; el sábado el hecho fue recordado en la ciudad de Río Grande. Los jóvenes secuestrados tenían entre 16 y 18 años. Su delito había sido luchar por un derecho, reclamar el boleto estudiantil.
Solo cuatro de ellos sobrevivieron, después de pasar los horrores de la tortura y la prisión clandestina de la dictadura cívico militar.
Alguno de los participantes en la manifestación señaló que “con más fuerza que nunca; es necesario recordar a las compañeras y los compañeros que se organizaron y resistieron, a quienes también dejaron la vida luchando por sus ideales y por un mundo más justo y más igualitario”.
En el mismo sentido comprometieron la necesidad de “reivindicar la militancia estudiantil y la necesidad de organizarse. Por eso vamos a seguir trabajando en conjunto en otras actividades”, anticiparon.