Las responsables del merendero “Granitos de Amor y Esperanza” comentaron que vienen “desde hace tres años trabajando, ya que empezamos con el tema de la pandemia. Lo abrimos para ayudar a las familias y vienen alrededor de 55 niños y niñas, que concurren con las mamás a buscar la merienda o el almuerzo que damos en la semana y los fines de semana hacemos comida también”, destacó una de las mujeres.
Después comentaron que “la mercadería la provee el Gobierno y la Municipalidad también nos suele aportar, tanto productos secos como lo que necesitamos para la merienda”. Luego señalaron que vienen gestionando la posibilidad de tener un acceso al lugar “desde que iniciamos el merendero, hace tres años, para que se pueda ingresar y por prevención si hay algún caso de emergencia”.
Remarcaron que no tienen “un acceso para que ingresen bomberos o una ambulancia, en caso de presentarse alguna emergencia. También para que puedan ingresar las familias que vienen al merendero, porque hoy estamos ingresando por el predio de un vecino”. Dijo que, frente a las gestiones realizadas, vinieron “de la Muni y nos dijeron que sí, que nos iban a dar la solución haciendo algo provisorio. Lo hicieron, pero después otros vecinos lo cerraron y hoy tuvimos que hablar con un vecino que está al lado para poder ingresar”, explicó.
Concretamente pide que le abran algún acceso, porque desde la Municipalidad le ofrecen reubicarla “pero yo me negué, porque ellos lo ven fácil pero para nosotros es una complicación. Lo que pedimos es un acceso, no pedimos otro lugar, no queremos ser reubicados sino que se abra una calle o algún tipo de acceso para llegar al merendero con el cual estamos cumpliendo una función social. Hoy por hoy nos pasa la luz un vecino, la garrafa tengo que arrastrarla 100 metros y cuando el clima se complica los problemas se agravan”, relataron.