Es un proyecto que conocían desde hace 2 años por lo que las modificaciones para el consenso podrían haber sido propuestas. Después de ocho horas en las que mujeres, disidencias y algunos varones presentaron distintos argumentos en los que, casi unánimemente, sostuvieron que la paridad es necesaria, cinco de les concejales se levantaron y fueron de la sesión. Nos dejaron esperando, como hace 130 años. Se burlaron de nuestra presencia, se burlaron de nuestro tiempo y sin dar explicaciones se levantaron de las sillas, de esas sillas en las que les puso el pueblo, el mismo que hoy les demanda que hagan su trabajo. Cómo se sentiría cualquier vecina, vecine o vecino cuando les prometen la posibilidad de ampliar sus derechos y en el debate les dejan hablando solas, solos o soles. Indignación es poco, tristeza es poco.
Si hay algo que sentimos es que aún la guerra no está perdida, aunque esta batalla nos haya dañado. Sabemos que tenemos tiempo hasta 24 horas antes para que esta penosa situación se revierta, y eso esperamos. Queremos hacerles saber a las personas que hoy se levantaron y se fueron, que estamos esperando que la paridad sea discutida y debatida democráticamente, no solo en los recintos a puertas cerradas, donde saquen los artículos que les conviene, y de espaldas a nosotras y nosotres.
También queremos decirles que no nos pongan en la línea de fuego, que no formamos parte de esas mezquindades que dividen los bloques. Somos mujeres y disidencias las que les estamos demandando su compromiso. Nosotras estamos dispuestas a abandonar nuestras diferencias para consensuar el mejor proyecto posible, como lo estuvimos desde el primer momento. Lamentamos que esta sea la forma en la que decimos paridad sí, paridad ya. Por eso repetimos lo que mencionó una oradora hoy: “no dejemos que el patriarcado haga el trabajo de separarnos. Pero tampoco dejemos que el patriarcado nos siga diciendo cuándo hablar, cuando no, y cuándo es nuestro momento”.
Nosotras sabemos que el momento es ahora, y repetimos que queremos la paridad en la conformación de las listas, en la distribución de los cargos y en la vacancia. Queremos que haya encabezamiento de mujeres en las próximas elecciones y que se respete la ley de identidad de género. Queremos que los debates y argumentos se den de cara al pueblo, que no nos manipulen ni usen nuestro tiempo. Eso queríamos, eso queremos, y eso demandaremos si se llega a la sesión en la que también estaremos pidiendo que en nuestras caras nos digan por qué sí o por qué no.