En 2001 Argentina estaba atravesando una crisis muy profunda a nivel social y Económica. El Presidente de ese momento, Fernando de la Rúa, había instaurado el Estado de Sitio para todo el territorio argentino por los graves hechos ocurridos en Buenos Aires.
Tierra del Fuego no era la excepción, el gobierno de Carlos Manfredotti produjo una disminución salarial y recortes en la Salud Pública, por ese motivo los trabajadores del Hospital de Río Grande comenzaron con medidas de fuerzas consistentes en asambleas permanentes y negociaciones con las autoridades.
El conflicto se origina con los gremios de ATE, ATSA, y la Asociación de Profesionales que venían de varios días de reclamo.
La Dra. Cristina Aguado formaba parte en ese momento del ATE y fue una de las protagonista “El 28 de diciembre los trabajadores toman conocimiento de la llegada de la entonces Secretaria de Salud María Rosa Sahad; ese mismo día aparecieron en la prensa oral y escrita denuncias verbales de la secretaría de salud contra los trabajadores a quienes acusaba de destruir equipos de hemodiálisis”.
Ese día los trabajadores se reúnen en el hall central para dialogar con la funcionaria a cargo. La Dra. Aguado afirmó “El personal del hospital se dio cita desde temprano en el hall central reclamando la presencia de la secretaría, pidiendo a viva voz su renuncia; se hizo presente una Comisión Policial de la Comisaria 1ª que impedía el acceso a los trabajadores a la planta alta, las horas pasaban y la Doctora Sahad se negaba a dialogar y la agitación crecía en un momento determinado hizo su entrada en el hospital el ex juez Alberto Aragone quién ordenó disuadir a los manifestantes, reprimir la sedición. El Secretario del Juzgado leyó algo donde indicaba que efectivamente iba a haber represión”.
Comienzo de la Represión
Varios sectores venían reclamando al gobierno de turno no solo por salarios también la Administración Pública estaba pasándola mal por los recortes sufridos.
En un momento la situación se vuelve tensa, cuando los trabajadores se enteran que la Dra. Sahad no quiere dialogar con los manifestantes y se produce la llegada de efectivos de Servicios Especiales para realizar el desalojo de los allí presentes produciéndose la represión, dejando como saldo muchos heridos y detenidos.
El periodista José Piñeiro afirmó “Ese día nosotros habíamos ido a cubrir una protesta de los trabajadores y trabajadoras de la Salud en el hospital. Los trabajadores pedían hablar con la Secretaría de Salud, lejos de eso la funcionaria lo que hizo fue atrincherarse en la dirección de hospital y la cosa se fue tensando, también se fueron sumando otros sectores para solidarizarse.
Piñeiro también vivió la represión “Se anuncia que se va a desalojar por la fuerza nadie esperaba eso en un hospital público. No solo estaba el personal de Salud había periodistas pero fundamentalmente había pacientes enfermos con distintas patologías que bueno repentinamente y en contra de lo que todos esperaban, comienza el desalojo”.
El periodista explicó que “La policía ingresa por las ventanas, tiran gases lacrimógenos dentro del lugar era irrespirable no se veía nada, la gente reacciona arrancan calefactores, comienza con disparo de bala de goma dentro del Hospital y se convierte la situación en un caos social”.
El gremio de SUTEF también se apersonó en el hospital para apoyar los reclamos de los trabajadores de la Salud; Adriana Blanco en ese momento era parte del gremio y se acercó para solidarizarse con los compañeros. Ella se encontraba embarazada y concurrió con su hijo de un año y medio. “En ese momento estaba trabajando en Educación en forma activa. El gobierno de Manfredotti era muy represivo había tomado un montón de medidas antipopulares, como prohibir asambleas, fusión de escuelas, así que bueno ese gobierno inició mal, tomando medidas anti obreras”.
Por su parte nos comentó como fue su situación. “Yo había estado mucho en el hospital porque tuve a mi bebé Fermín que ya tenía un año y tres meses y estaba embarazada de cinco meses. En un momento los compañeros que estaban allí me dicen que me vaya porque estaban por reprimir; les digo acá hay pacientes, familiares, trabajadores, gente de otros gremios, esto va hacer un desastre. Entonces veo como comienzan a entrar a tirar gases e inmediatamente me retiro del lugar me picaban muchos los ojos, además estaba con el nene y empiezo a escuchar tiros y me fui alejando del lugar hasta la rotonda de Belgrano. Fue terrible cuando todo termina yo voy y estaban todos los vidrios de las ventanas rotas, las sillas tiradas, las paredes del hospital agujereadas por las balas de goma eso era un destre total y absoluto y ahí me entero que estaban internados Oscar Martínez de la UOM con cortes múltiples y el profesor Alberto Noal con fracturas de costilla. La represión fue la respuesta a todos los reclamos de los trabajadores”.
El Sector de Enfermería unos de los más castigados
Los reclamos que se hacían a las Autoridades de turno eran la falta de insumos en la parte de enfermería.
María Eva Rivera, enfermera, relató lo que pasó ese día. “Nosotros estábamos de asamblea, pero en el hospital seguían trabajando todos los sectores, hasta que el Doctor Colombo nos dijo quédense tranquilas chicas que nadie nos va a desalojar y de pronto lo vemos en el suelo y empezó la represión y bueno ahí entraron a tirar gases y balazos de goma. Nosotros no éramos ningunos delincuentes sino trabajadores que reclamábamos nuestros derechos”.
Fue muy lamentable ver como quedo el hospital, comentó María Eva. “Nos trataron de sediciosos pero el gobierno de Manfredotti fue un gobierno autoritario veníamos padeciendo demasiadas injusticias, fue muy triste porque la mayoría éramos mujeres jamás habíamos estado en una situación así al menos yo que te repriman de esa manera”.
La enfermera afirmó. “Unos de los más dañado fue mi esposo, que se acercó al hospital al escuchar lo que estaba pasando y debido a eso termina en la guardia con 25 de presión arterial y ahí veo a mi compañera María Gómez baleada todo muy lamentable, ver también a Nélida Montesino peleando con su hijo que le decía mamá por favor y ella le pegaba con la chata y le decía tírame gases tírame gases cumplí con tu función que yo voy a cumplir con la mía , todo fue muy feo ver a nuestro hospital todo roto y ponernos a limpiar nosotros lo que habían roto otros. Una historia muy triste y penosa que tuvimos que vivir los trabajadores no solo de Salud sino de otros gremios que vinieron a defender al Hospital Público por el solo hecho de reclamar derecho”.
Los vecinos también no quedaron al margen de lo que estaba sucediendo en el hospital. Uno de ellos fue Ulises Edison Barría Vargas por su parte comentó. “El día mencionado lo recuerdo como el día que nos dieron leña por defender nuestro hospital público y apoyar quizás férreamente a los trabajadores por un reclamo salarial y un montón de cosas más. El 28 de diciembre aproximadamente a las 11 horas me entero por la radio lo que estaba sucediendo y decido ir con mi hijo Pablo al llegar había mucha gente afuera que se fueron auto convocando. Me acuerdo que cuando esta por explotar todo, de mi boca salía que vayamos a buscar nosotros armas, que fue una cosa que dije nomás porque que armas teníamos nosotros, una señora al lado mío se pone a llorar cuando yo digo eso y me dice no por favor no hagan eso. La represión fue algo muy abusivo de parte de las Autoridades Policiales”.
Ese 28 de diciembre del 2001, fue un hecho histórico, en el Hospital Regional de Río Grande, los trabajadores fueron reprimidos sin que se tenga en cuenta la cantidad de personas que allí estaban internadas ni las familias, ni las mujeres. El suceso fue noticia en todo el país que vieron cómo se vulneraron los derechos humanos teniendo en cuenta que el gobierno fue elegido por el voto popular, sin embargo no se detuvo para reprimir a las personas que solo exigían mejoras salariales y condiciones dignas de trabajo.
*Nota realizada por estudiantes de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N° 35, en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.