Bárbara tiene 31 años, ejerce su labor de trabajadora social en la ciudad de Rio Grande, llevando a cabo su tarea en el área de Desarrollo Social de Gobierno y en Educación, en el nivel secundario.
Tiempo de elegir
A la hora de elegir qué estudiar, Verón contó que su vivencia en la niñez y adolescencia tuvo mucho que ver, debido a que se relacionaba con gente que tenía conflictos emocionales, y familiares y era ella quien, con los pocos recursos que tenía, buscaba ayudarlos y aconsejarlos. “Necesitaba herramientas. Quería estudiar una carrera que me permita trabajar con familias y poder ayudarlas” afirmó la trabajadora.
Bárbara realizó sus estudios en la provincia de Corrientes, en el Instituto Superior de Servicio Social “Remedios Escalada de San Martin”. Ella destacó que una de las dificultades que enfrentó a la hora de llevar adelante sus estudios, fue la falta de herramientas con la que salió del nivel secundario. Sin embargo, no fue una dificultad que atravesó a la hora de ejercer lo estudiado en la universidad; al contrario, comentó que todo la ayudó a su formación y desarrollo como trabajadora social.
Hablando sobre la formación a la hora de elegir una carrera, Verón hizo una crítica a la educación y cómo forman a los jóvenes para cuando terminan el nivel secundario, recalcando que se da solo lo conceptual y tampoco se prepara a los adolescentes para hacer la transición hacia esta nueva etapa que carga con una gran importancia. “Hoy les decimos a los chicos que tienen que aprender conceptos, pero no les damos las herramientas. Muchos de ellos no están preparados para enfrentar la frustración y muchas veces es esto lo que los hace volver sin terminar la carrera.”
Además la trabajadora recalcó la importancia de los talleres de vocación y orientación y cómo dichos talleres brindan las herramientas necesarias para la elección de una carrera, y haciendo hincapié en que la determinación personal es clave para poder terminar.
Mi tierra, mi lugar
Como todos aquellos jóvenes oriundos de Tierra del Fuego, y también los que adoptaron esta tierra como suya, Bárbara tuvo que tomar una decisión una vez terminados sus estudios. Volver o dejar atrás la provincia. Para muchos, quizás, esta es una decisión difícil, pero no fue el caso de la trabajadora. Verón expresó que desde el primer momento ella se determinó a volver y su amor por la provincia se refleja en sus palabras: “Amo Tierra del Fuego, este es mi lugar en el mundo y también el más seguro para mí; desde que me fui dije que iba a volver.” Agradecida, Bárbara resaltó que al volver tuvo una buena apertura laboral, contrastando la idea de que hay más posibilidades en otros lugares.
Hablando en detalle de su labor para con la comunidad de Río Grande, Verón desarrolla su actividad en la parte de Desarrollo Humano, en la Secretaria de la niñez, trabajando con problemáticas que atraviesan la vida cotidiana y familiar de niños y adolescentes. La trabajadora además contó cómo le gusta ejercer su profesión en la Fundación Formar, donde lleva a cabo talleres de orientación vocacional abiertos a la comunidad general y cómo junto a dicha fundación tiene proyectos a futuro para llevar un bien a la sociedad riograndense. “Me gusta pensar que tanto en mi vida cotidiana como laboral soy funcional para ayudar a las familias y a las personas en general” recalca con emoción.
Todo cuenta, lo bueno y lo malo
Toda profesión cuenta con pros y contras, más allá de la pasión que pueda llegar a tener uno para con su labor. Bárbara expresó como quedó encantada con la resignificación del trabajador social y cómo se trabaja bajo el supuesto de la reivindicación de derechos; sin embargo, recalcó la falta de criticismo a la hora de emplear el trabajo, y afirma que “debemos hacer una crítica real, científica y social de la realidad que estamos viviendo”. Destacó que la labor del trabajador social tiene que ir más allá de los cambios sociales y políticos, y plantear un pensamiento crítico de la situación que atraviesa a cada persona.
A futuro, la trabajadora social busca ser de ayuda con lo que respecta a la trata de personas, desde el área donde se encuentre, señalando este tema como un delito atroz pero que siempre ha llamado su atención para poder ayudar a batallarlo y siendo este, además, un tópico poco hablado en la ciudad, pero que nos atraviesa como sociedad. Verón considera que el acompañamiento a las víctimas es crucial y de gran importancia.
“El camino del trabajador social es muy amplio, lo que sí sé es que voy direccionada siempre hacia las víctimas. Hoy trabajando con niños y adolescentes, y el día de mañana se verá”.
*Nota realizada por estudiantes de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N° 35, en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.