POLíTICA | 17 JUN 2021

ENTREVISTA A RAÚL ZIBECHI

“Lo que da optimismo es la decisión y la fuerza de la gente”

“Desde las Bases” radio entrevistó al pensador, escritor y periodista uruguayo, Raúl Zibechi. Hizo un repaso por la situación política y social en Latinoamérica, analizando las perspectivas para el corto y mediano plazo. También se refirió a los medios de comunicación y la importancia de los medios comunitarios y populares. Destacó procesos como los de Colombia y mencionó que “lo que haga el poder, si nosotros la tenemos clara y estamos unidos, los enfrentamos; nos harán daño pero los enfrentamos”. “Nosotros tenemos que actuar con inteligencia y no provocarnos más heridas entre las nuestras y los nuestros, de las que ya tenemos. Es decir, no echar más leña al fuego”, señaló Zibechi. ESCUCHAR AUDIO




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Raúl Zibechi, escritor, periodista, pensador y activista uruguayo, dialogó con el programa radial “Desde las Bases”, sobre diferentes temas relacionados con la actualidad política y social de Latinoamérica. Al preguntarle sobre su visión de la región comenzó señalando que su impresión “ya desde hace algunos años, es que lo que predomina es la no gobernabilidad, la ingobernabilidad. Después de un periodo importante, desde 2000 a 2015 –más o menos, según los países de gobiernos progresistas- nos hemos encontrado que los sectores populares tienen más conciencia y más organización, pero la derecha también”, definió.

Habló sobre la situación de “las clases medias-altas, las clases dominantes” y dijo que dichos sectores “están también más conscientes, más organizados y más movilizados. Entonces, esté quien esté en el gobierno; estén los conservadores o los progresistas, vemos que la capacidad de gobernar disminuyó. O sea que la gobernabilidad se deterioró y lo vemos muy claramente en Chile, en Perú, en Argentina también, en Ecuador, Colombia. Incluso en México, que es el gobierno progresista más nuevo, hubo no un descalabro, pero sí un retroceso en las elecciones recientes”.

“En Brasil lo vemos también e incluso en Bolivia, dónde el MAS que ganó con el 55%  de los votos, está enfrentando una situación económica y pandémica muy difícil, que hace que haya en estos momentos una gran frustración de mucha gente. O sea que acá, independientemente de que estés más de un lado o del otro, todos tienen problemas de gobernabilidad”, aseguró Zibechi.

 

Perspectivas

 

El pensador y autor uruguayo señaló que “en el corto plazo, quien está llevando las de ganar es la clase dominante. Porque es rápida, es veloz, ha acumulado muchas ganancias, se ha enriquecido mucho y la desigualdad ha pegado un salto enorme. A mediano plazo para mí es un escenario abierto, e incluso digo que la magnitud de la revuelta en Colombia –para los más optimistas- era inimaginable. Y era inimaginable que –después de 50 días- el Comité de Paro decidiera continuar el paro, porque el gobierno no concede nada importante y la gente está dispuesta a estar en la calle y lo está”, remarcó.   

Dijo que ésta situación se da “con muertos, con heridos, con desaparecidos, con una represión importante. Entonces yo, que tiendo a problematizar las cosas pero a ser optimista, digo que lo de Colombia sobrepasó todo lo imaginable y me alegro que sea así. Entonces son escenarios abiertos, en los cuales uno dice que los sectores populares en su sentido más amplio; como trabajadores ambulantes, informales, precarios, pueblos originarios, pueblos negros, campesinos, periferias urbanas; todo ese enorme entramado está vivo y está de pie. Eso nos abre un futuro muy duro, porque la clase dominante va a ser implacable, pero a su vez muy esperanzador, incluso mucho más de lo imaginado al principio de la pandemia”, indicó Raúl Zibechi.

Señaló que el proceso de Colombia e incluso “Perú, más allá de lo electoral, demuestran que la gente está dispuesta a defender sus intereses. La mitad del país y toda la región andina, con una contundencia increíble, votó por Pedro Castillo. Es un candidato con el cual no simpatizo, es un tipo de izquierda pero de una izquierda vetusta, antiaborto, antiderechos; pero igual hay una conciencia de clase muy potente”, expresó. Aunque inmediatamente advirtió que dicha conciencia de clase es “de los dos lados y eso es lo que hace temer a uno, porque no sabemos lo que va a pasar”.

 

Las nuevas derechas, las izquierdas y más

 

Zibechi mencionó, respecto del concepto de “nuevas derechas”, que “hay una derecha más militante, una derecha que no tiene miedo a decir las cosas y no es políticamente correcta. Que te dice: estamos en contra de los Derechos Humanos, nos vale poco la Constitución, las reglas democráticas. Pero además es una derecha que tiene, por un lado, un cariz muy militarista –Brasil y Colombia son paradigmas de la policía militar y sus familias, de los milicos otra vez defendiendo lo indefendible- y por otro lado tenés camadas nuevas de la derecha, donde aparecen los evangélicos, donde aparece una derecha que puede hacer un discurso no digo feminista, pero sí de mujeres empoderadas”, reflexionó y puso como ejemplo la figura de Keiko Fujimori.

Alertando luego sobre que “en muchos lugares aparece esa derecha que no le hace asco a nada. En manifestaciones de Vox, en España, aparecen banderas del Arco Iris de LGTBIQ+, es decir la derecha ha aprendido a aggiornarse, a camuflarse e incorporar temas que antes rechazaba”, destacó. Señalando que “en los ´60, cuando vos usabas barba, te decían comunista, y ahora el rey de España usa barba; han incorporado cosas que uno no pensaba que podían incorporar”, remarcó el escritor uruguayo.

Respecto de la izquierda dijo que “hay como varias tendencias, una izquierda más apegada a las tradiciones de la izquierda, diría para hacerlo más fácil que sería más leninista. Y una izquierda más vinculada a los pueblos originarios, a todo lo que es el buen vivir; que apuesta por caminos que no necesariamente pasan por la toma del estado, como para cortar muy por lo grueso”, señaló Raúl Zibechi, respecto de su propio análisis.

 

Medios y medios

 

Al ser consultado sobre el rol de los medios de comunicación, respondió que “en todas partes hoy están los grandes medios del sistema, por ejemplo en Argentina los canales de televisión, Clarín, La Nación, etcétera, en definitiva las grandes redes. Pero no nos olvidemos que además hay medios a los que podemos llamar comunitarios, alternativos, y las encuestas que hay en Argentina dicen que hay cinco millones de personas que se informan por los medios alternativos, por los medios nuestros, y cinco millones no es marginal·, advirtió.

Luego señaló que “antes la historia era, por ejemplo en dictadura: cómo hacer para que La Nación recoja que hay desaparecidos, o que Clarín dijo que pasó tal cosa en tal lugar. Esa es ya una batalla perdida, pero antes no había más remedio porque no había tal cantidad de radios, medios en Internet, algunos impresos incluso y esta enorme gama de medios que hay. Yo creo que ese es el futuro, porque si dependemos de los medios del sistema estamos perdidos. Estoy de acuerdo con lo que fue la Ley de Medios en la Argentina, pero eso no logró que la situación cambiara, porque se dividen los monopolios entre micromonopolios y siguen para adelante; entonces creo que la tarea es tener nuestros medios”, sentenció.

Raúl Zibechi indicó que “cada vez estamos más cerca de esto” y repasó el conflicto desatado en el pueblo cordobés de Malvinas Argentinas, donde Monsanto empezó durante el gobierno de Cristina Fernández a construir lo que prometió sería “una de las plantas de acondicionamiento de semillas de maíz transgénicas más grandes del mundo”. Recordó que en ese momento “ni los medios de la derecha, ni los medios progresistas, como por ejemplo Página 12, informaban de lo que estaba pasando, salvo de tarde en tarde. Uno tenía que ir a los medios nuestros para informarse, y hoy si uno quiere saber lo que está pasando el Andalgalá, en la lucha contra la minería, contra el glifosato, tiene que ir a los medios nuestros; afortunadamente los hay y muchos, como también hay muchos periodistas”, destacó.

 

El optimismo por delante

 

En el tramo final de la entrevista, consultado sobre si mantiene su visión optimista respecto del futuro, reconoció que “uno oscila, durante la pandemia hay días que te levantas con mucho optimismo y decís: nos comemos el mundo –como siempre- y otros que decís: mamita querida. Yo oscilo también, lo que veo –desde mi punto de vista- es que entre los sectores populares, entre la gente del pueblo, hay mucha confusión, mucha pelea chica entre la gente”.

“El otro día una chica joven le preguntaba a la abuela, delante de mí, cual es la diferencia del momento actual con la dictadura, y la abuela –que era una vieja luchadora anarquista- le decía: en la dictadura estábamos todos unidos, no importaba si eras anarquista, socialista, comunista o nada. Pero teníamos en claro que teníamos a la dictadura enfrente y nos uníamos, hoy en día todos estamos peleados con todos. Bueno, ese es un hándicap que tenemos”, indicó Zibechi.

Señalando finalmente que “lo que haga el poder, si nosotros la tenemos clara y estamos unidos, los enfrentamos; nos harán daño pero los enfrentamos. Entonces ese es un hándicap que tenemos, no tenemos que agudizar la bronca entre nosotros, no tenemos que echar más leña al fuego. Pero ellos también están con problemas, mucha gente sabe lo que está pasando, se da cuenta de lo que está pasando y está decidida. Acabo de hablar con los compañeros de Colombia e inauguraron un enorme monumento en Cali, que se llama Resiste, que es un enorme puño multicolor. Me contaron que en la primera línea hay una primera línea de madres, que también cuidan a sus hijos, hay una primera línea de sacerdotes y de monjas y ahora surgió en Medellín una primera línea de militares retirados; entonces está todo ahí, entonces eso es lo que da optimismo, la decisión y la fuerza de la gente”.

“Hay luces y sombras y tenemos que trabajar, porque las sombras nunca van a desaparecer, como las luces nunca van a desaparecer. La luz existió bajo el nazismo, bajo el fascismo, es decir  que nunca van a poder apagar las luces de los mundos nuestros; pero nosotros tenemos que actuar con inteligencia y no provocarnos más heridas entre las nuestras y los nuestros, de las que ya tenemos. Es decir, no echar más leña al fuego”, concluyó Raúl Zibechi