“A mí ya me habían apretado en Buenos Aires, porque yo estaba estudiando en la Escuela Técnica de La Plata y era militante de la Juventud Peronista. Ahí me fueron a visitar y me dijeron que me las tome, que me largue de ese lugar, y yo volví a Tierra del Fuego. Entonces llego acá, llego a mi casa, me cambio para salir y visitar a mis amistades, pero me estaba esperando un patrullero en la puerta y de Río Grande me llevaron a Ushuaia”, relató Pedro Oyarzún, durante la emisión del programa radial “Desde las Bases”, que se escucha por FM Nuestras Voces y por Radio Provincia.
Contó que estuvo dos años detenido en Ushuaia, en dependencias de la por entonces Policía Territorial. Relacionó su detención con el hecho de que “uno es joven y va al frente, en ese tiempo era de la Juventud Peronista y no me callaba. Entonces te buscaban, te seguían, así fue que estuve dos años en Ushuaia detenido y fui torturado”, aseguró Oyarzún, quien además dijo que cuando quedó detenido su madre “no sabía lo que me había pasado, una de mis hermanas sí y después me pudo visitar”.
De sus compañeros de militancia contó que “eran de La Plata y unos cuantos desaparecieron, ya no están más”, señaló al mencionar que personalmente podría haber corrido la misma suerte. “En ese tiempo uno no sabía lo que podía pasar, en algún momento me sacaban a la Bahía de Ushuaia y tiraban tiros al aire simulando que me iban a matar y tirar al agua”, señaló al contar los simulacros de fusilamiento a los que fue sometido.
Dijo que con el tiempo pudo identificar a uno de sus captores, pero no al resto. “Se hacía pasar por cura y venía a hablarme”, indicó. También confirmó que tuvo conocimiento de la detención, también en Río Grande, de “unos muchachos que eran de YPF a los que le encontraron un poster del Che Guevara y fueron detenidos por eso”; relató al confirmar la detención de trabajadores de la petrolera estatal, que fueron detenidos en esa época por ese motivo cuando se encontraban dentro de una gamela.
Pedro Oyarzún dice que no compartió este hecho ni siquiera con sus hijos, con quienes socializó lo sucedido hace poco tiempo. “Es que uno ya está por cumplir 70 años y es como que ya está, después de toda una vida”, reflexionó. Además señaló que “en ese tiempo se peleaba por derechos, por cosas que ocurrían y uno reclamaba”.
Reivindicó su militancia juvenil, expresando la necesidad de “luchar por el derecho de las personas, por ejemplo de las que están sin trabajo”. También recordó que la represión había comenzado ya durante el tramo final del gobierno de Isabel Perón, mencionando que “en ese tiempo, ya cuando se metió López Rega, quedó el desparramo”, expresó finalmente Oyarzún.