Integrantes del Sindicato de la Patagonia Austral (S.P.J.P.P.G.P.P.A.), que conduce José Dante Llugdar, participaron de una importante maniobra submarina en nuestra provincia, que tomó 40 días, para poder poner en condiciones la instalación marítima y sus mangueras que permiten cargar grandes buques para el transporte de petróleo crudo.
En la tarea, que culminó exitosamente, se desempeñaron desde la segunda quincena de junio -con los preparativos- y hasta la última semana de julio, tres petroleros jerárquicos de la empresa Möhn Drilling: el delegado Claudio Funes, el supervisor Marcelo Alburquerque y su compañero Leonardo Carci; según informó la Secretaría de Actas, Prensa y Propaganda del gremio, que encabeza David Klappenbach.
Alburquerque señaló que, “el trabajo en sí, era poner en marcha la Monoboya del cargadero San Sebastián, perteneciente a la operadora de bandera. Para eso tuvimos que instalar un spool y válvulas nuevas, y junto con ello conectar mangueras submarinas, en un trabajo que fue realizado en 40 días con 76 buceos realizados por 25 buzos, más la tripulación del barco Normand Commander, que trabaja para YPF”, detalló.
Después mencionó que las condiciones no eran muy favorables en lo que respecta al clima, aunque tuvieron buen tiempo en cuanto a la intensidad del viento y el movimiento del mar. En ese sentido comentó que “realmente pasamos mucho frío en el sentido que nuestro lugar de trabajo está totalmente a la intemperie, pero pudimos llevarlo adelante”.
“Esta Monoboya estaba parada desde el año pasado en el mes de octubre, por un desperfecto en una de sus cadenas. Desde entonces hasta ahora se iniciaron todos los trabajos pendientes a poder ponerla en servicio, lo que por el tema de la pandemia se fue retrasando. Pero tanto la provincia como la operadora coincidieron en que teníamos que ponerla en servicio”, enfatizó el supervisor.
Fue entonces cuando se activaron la documentación y los permisos para poder realizar este trabajo, “lo único que faltaría es que los compañeros que están en El Calafate que tienen el mantenimiento terminen, serían unos detalles menores. Ellos los están poniendo en servicio para poder empezar a enviar el Crudo a los Barcos Petroleros que llegan a la Isla”.
“Esto permite que vuelvan al trabajo muchos compañeros que están en tierra como aquellos que se dedican al amarre del buque tanque, para que puedan retornar a la actividad en forma normal, como antes, por lo que estaban todos muy contentos con el trabajo que ha salido satisfactoriamente a pesar de las condiciones”, sostuvo Alburquerque.
El supervisor contó que trabajaron en doble turno (once buzos en cada uno), buceando las cuatro mareas con profundidades de 18 hasta 25 o 26 metros. “El tiempo nos acompañó y pudimos darle un impulso importante durante las primeras tres semanas cuando tuvimos muy pocas cancelaciones de buceo por esa causa, no más de cuatro en los 40 días. Estuvimos a full trabajando”, dijo conforme el profesional marplatense, quien se desempeña en la empresa desde hace 20 años.
“La operación realizada es la primera hecha en el barco nuevo de YPF y el sistema era a estrenar prácticamente, o sea que nos encontramos con todo nuevo. Pero gracias al profesionalismo de cada uno de nosotros pudimos integrarnos rápidamente, luego de una semana de pruebas y recién luego comenzamos a efectuar el trabajo”, añadió.
Asimismo, Alburquerque valoró lo correcto del trabajo conjunto entre la dirección de la compañía para la que trabaja como la de Normand Commander Bahía Grande, resaltando que no se registraron accidentes en su operación después de 76 buceos: “eso es lo que nos llena de satisfacción”, sostuvo.
Finalmente, manifestó que “esta campaña fue la más larga que hicimos. Hace mucho que no hacíamos una tan extensa, ya que estuvimos diez días en Buenos Aires por el tema del coronavirus, más los 40 días embarcados y ahora nos volvemos cada uno a su lugar de origen, la tripulación del barco más 24 buzos; hay gente de Misiones, Córdoba, Mendoza, Rosario, Mar del Plata y Bahía Blanca, todos contentos de volver a sus hogares”, enfatizó.
Por su parte el delegado Funes -oriundo de la provincia de Mendoza- se refirió a los trabajos subacuáticos detallando que en la previa hubo ejercicios de rescate y una puesta a punto de los equipos de buceo, antes de comenzar con la operación en sí, que incluyó apriete y torque de mangueras submarinas (luego configuradas para para las diferentes mareas), mayormente sin visibilidad bajo el agua; pruebas hidráulicas, armado de tramos, colocación de juntas en válvulas inferiores, bulones y su posterior apriete manual y luego el torqueado correspondiente, medición de ángulos de las cadenas, utilización de herramientas neumáticas para apriete inicial, todas actividades que fueron seguidas atentamente mediante el monitor con la configuración del PLEM y cañería, y controles de buceo.