Las enfermeras y enfermeros del mundo se han preparado junto a todo el personal de salud para hacer frente al nuevo virus al que nos vimos sometidos en el transcurso de este 2020. Fueron y son el pilar fundamental para el bienestar de los pacientes, alimentándolos, brindándoles medicación, cuidándolos, y atendiendo las demás necesidades que puedan ir surgiendo.
Luz Morales se recibió de enfermera hace dos años en nuestra ciudad. “Elegí esta profesión porque en su momento no sabía que estudiar, la encontré y me quedé con esto porque es lo que me gusta y lo que amo hacer hoy en día”; actualmente se encuentra trabajando en el CEMeP.
Luz relató cuáles fueron esos primeros sentimientos al saber que se encontraba en situaciones de riesgo junto al resto del personal de salud: “Cuando comenzó la pandemia uno no tomaba conciencia de la magnitud, es algo nuevo para todos y me asusté porque no sabía de qué se trataba, tenía miedo de contagiarme, de contagiar a mi familia”. Luego al ver el panorama local, a comparación del resto del país y del mundo, pudo tranquilizarse un poco; pero comentó que igualmente no está bueno relajarse porque uno “baja la guardia”.
La primera línea de lucha frente al coronavirus
Para ella el rol de los y las enfermeras en este contexto está un poco romantizado y comentó que: “nosotros lo que hacemos es cumplir los protocolos que tenemos en nuestro lugar de trabajo y tratar de cuidarnos para poder cuidar a los demás”.
A pesar del arduo trabajo que realiza el personal de enfermería tiende a tener un reconocimiento social bastante bajo. “Enfermería no es una profesión valorada, en el sentido de las tareas que realiza porque el enfermero es el que acompaña al paciente, el que está, el que lo higieniza le da la medicación, y no está valorado desde hace tiempo”.
Asimismo explicó que: “los riesgos a los que se enfrente el personal de salud, es estar expuestos constantemente y uno nunca sabe cuándo se puede encontrar frente a un caso positivo, esto te genera ansiedad de no saber si te pueden aislar a vos, a tu familia, a tus compañeros”.
Cuidados dentro y fuera de casa
En cada centro de salud se activó un protocolo de seguridad diferente acorde al lugar, para cuidar tanto a los pacientes como al personal de salud. Luz contó que en el CEMeP el uso de barbijo es obligatorio para enfermeros, médicos y todos los que trabajan ahí como también para los pacientes, “están prohibidas las visitas, solo se puede tener un acompañante y en el caso de que se active un protocolo por caso sospechoso de coronavirus lo que se hace es el uso del equipo que es: la máscara, barbijo, bata, cofia todo lo que tenga que ver con el cuidado personal y obviamente el lavado de manos”.
Al finalizar su jornada laboral de ocho horas debe continuar con los cuidados hasta su hogar, ya que la espera su hijo y debe mantener la seguridad de quienes viven con ella. “Los cuidados que tengo en mi casa es tener siempre al lado de la puerta alcohol en gel, un aerosol para tirarme en los zapatos y los dejó en la puerta para no entrar ninguna enfermedad a la casa”.
Entre aplausos y abandono
En el transcurso de la pandemia los y las vecinas del país se organizaron para aplaudir a médicos y enfermeros por su gran labor, reconociendo su esfuerzo y trabajo en el marco de la lucha contra el coronavirus. Luz nos dio su punto de vista acerca de estos acontecimientos: “El reconocimiento de los aplausos me pareció algo lindo porque está bueno que reconozcan tu trabajo, pero con un aplauso no hacemos mucho; se prometió muchas veces que íbamos a cobrar un bono y demás pero nunca cobramos nada, ningún tipo de plus. El personal de salud estaba muy molesto pero bueno también se entiende que estamos atravesando una situación muy complicada a nivel país”.
Así como se reconoció el trabajo del personal de salud, también hubo disgustos y escraches sociales por vecinos y vecinas que no querían convivir con personas tan expuestas al virus. “Con el tema de los escraches al personal de salud por suerte acá no tengo conocimiento de que haya pasado pero sí en ciudades más grandes como Buenos Aires y me parece pésimo porque si esas personas se enferman ¿De quién van a depender? De los profesionales de la salud, entonces está mal y es de muy mal gusto que hagan eso”.
El acompañamiento de la familia y seres queridos siempre es importante y Luz resaltó que: “En mi entorno este tema de la cuarentena y la exposición que yo tengo en mi trabajo no influyó tanto como en otras familias porque bueno la mía está compuesta por mi mamá, mi hermano y mi papá, y mi papá igual es profesional de salud, él es médico entonces nos enfrentamos a lo mismo, por supuesto teníamos miedo de poder contagiarnos pero al estar expuestos nos sentimos preparados”.
Situación local
“Lamentablemente yo creo que si la situación en la pandemia se hubiera tornado más grave en nuestra ciudad, en el sentido de que hubiera personas contagiadas, que si las hubo pero estuvieron en sus domicilios, estuvieron prácticamente asintomáticos. Si se hubiera desatado algo más grave creo que el sistema de salud no lo hubiera soportado porque no estamos preparados para semejante carga epidemiológica porque se necesitan respiradores y no hay los suficientes para la cantidad de habitantes que somos, por eso considero que se hizo un buen trabajo por parte del gobierno y de todas las fuerzas de seguridad para que la gente no salga, no obstante vuelvo a recalcar la importancia de mantener el aislamiento con precaución, anden con barbijo y lávense las manos que es muy importante”.
* Nota realizada por estudiantes de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N° 35, en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.