José Edgardo Troncoso tiene actualmente 51 años y vive en Río Grande. Llegó a la isla en 1994, oriundo de Trelew, provincia de Chubut. Antes de llegar a la Tierra del Fuego realizó el servicio militar en 1987 y su llegada a la ciudad tuvo que ver con la búsqueda de trabajo.
Ahora vive en Río Grande junto a su familia; su pareja, un hijo de 8 años y una hija de 27. “Siempre trabajé de albañil y ahora por el tema de la pandemia me quedé sin trabajo. Entonces me puse a hacer artesanías de macetas” explicó en relación al trabajo que está realizando.
Si bien desde que inició la cuarentena hasta el momento, ya se han podido habilitar y retomar algunas actividades, entre ellas la del sector de construcción, hay que tener en cuenta que se debe respetar un protocolo de cuidados para este rubro, el que podrá descargarse desde la web del Gobierno de la provincia en el siguiente link: https://www.tierradelfuego.gob.ar/wp-content/uploads/2020/04/CONSTRUCCION-1.pdf
Es de destacar que a diferencia de otras ciudades o provincias, la temporada de trabajo es menor por la situación climática y que aun así, retomando la actividad, continua siendo uno de los sectores más afectados desde que inició la pandemia.
Trabajar y subsistir en cuarentena.
Desde que comenzó la cuarentena por el Covid-19, en todo el mundo las personas se vieron afectadas por no poder realizar sus rutinas de manera habitual. Las restricciones que se presentaron con el aislamiento han perjudicado fuentes de trabajo y muchos han tenido que buscar alternativas para poder mantenerse.
Frente a esta situación José comentó que “Antes de todo esto hacía trabajos particulares de albañilería, electricidad, pero se cortó la relación con los clientes por el aislamiento y esto hizo que me quedara sin trabajo porque no tenía pedidos o porque ellos también se quedaron sin trabajo”.
Igualmente explicó que ya se estaba viendo afectado por la falta de trabajo. “Lo primero que pensé cuando comenzó la cuarentena es que si yo no pagaba mis cuentas me iban a cortar todos los servicios. Desde ya antes de la pandemia estaba sin trabajo, se veía que no íbamos a seguir más en ningún lado, estaba complicadísimo”.
Estos antecedentes influyeron en su decisión y relató cómo se le ocurrió y cómo empezó con este emprendimiento: “Nunca había hecho este tipo de cosas y siempre que salía miraba una rueda que estaba dada vuelta y decía “qué lindas que quedan”. Así se me ocurrió; fui un día al kiosco y cuando salí me encontré con una rueda tirada para desechos, la levanté y comencé a practicar buscando formas, probando diferentes modelos. Las primeras que hice son mías, me las dejé de muestra”.
Las macetas que realiza son para todos los gustos, con amplia variedad de tamaños y colores, en forma de flores, cisnes y a pedido de lo que requiera el cliente.
Familia y solidaridad para enfrentar las crisis.
José trabaja en el terreno de su casa, en un cuartito de metro y medio por metro y medio, aproximadamente. Un espacio pequeño pero calentito y acogedor. Indicó que ahora se dedica 100 por ciento a la realización de las macetas “Esto me lleva todo el tiempo de mi vida, me gusta mucho estar acá. Por ahora tuve que hacer este cuarto porque yo tengo un galpón atrás, pero estoy refaccionando un auto y se me hace chico; aparte es frío porque no pude cerrar los portones y quedó medio abierto”.
Gracias a las publicaciones de Facebook, que son realizadas por su hija, quien está encargada de redes sociales, pudo llegar a muchos clientes quienes pueden consultar por ese medio los precios y modelos disponibles de las macetas. También lo han contactado diferentes personas y de instituciones para ayudarlo a seguir creciendo en su emprendimiento.
“Me llamaron de Nación, no sé qué es la Secretaría de nación, pero esta bueno, para hacer un buen emprendimiento, les comenté que necesitaba un lugar. Tengo terreno pero necesito los materiales, así que estoy esperando que me llamen nuevamente para ver si me pueden ayudar. La idea es poder armar un buen galponcito bien decorado con chapas traslúcidas, que sea más amplio”.
Muy entusiasmado con este llamado igualmente quiso aclarar que está muy conforme con lo que tiene y con cómo está trabajando “me quedo con esto y con qué puedo pagar las cuentas, para comer también tenemos, siempre alguien te ayuda”.
Además manifestó que, si bien no está realizando pedidos de materiales, le vendría muy bien si pueden acercarle pintura sintética. Puede ser de cualquier color ya que utiliza muchos.
Se lo puede encontrar en Sarmiento 2653 o si no, pueden comunicarse al 2964-529837. También tiene su página de Facebook que es: Maceteros Río Grande.
Para ir finalizando señaló que en su tallercito todo es reutilizable. El realiza las propias herramientas con las que trabaja, cuchillos, tubos para agujerear y demás. Mientras nos mostraba quiso compartir un mensaje en el que hacía referencia a quienes recién están por iniciarse como emprendedores o quien aún lo está pensando: “Esta bueno que se animen, todos tenemos habilidades, para hacer llaveritos, artesanías, no tienen que tener vergüenza”.
* Nota realizada por estudiantes de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N° 35, en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.