Las asambleas tienen que ver con el incumplimiento, por parte de la empresa, del compromiso formulado en 2014 por el cual el bono de fin de año se debe actualizar de acuerdo al último acuerdo paritario.
El supermercado alega “pérdidas” y problemas financieros, pero desde el CEC le responden que no existe trámite solicitando un procedimiento preventivo de crisis que justifique tal argumentación.
Según trascendió, al menos cuatro trabajadores de cada sucursal de Río Grande, donde está instalado el reclamo, ya habrían sido suspendidos por la patronal.