Según datos oficiales se han perdido cerca de 3000 puestos de forma directa lo que significan unos 6000 trabajadores que hoy se encuentran desocupados. Aseguran que sin otra alternativa, “no queda otra que vender algo en la calle” y que “la sociedad es bastante solidaria”. En el mejor de los casos -en el rubro de la panificación- llegan a juntar $18.000 mensuales trabajando cerca de 16 horas todos los días.

El difícil contexto económico que atraviesa nuestra provincia -en gran parte- por la crisis industrial, afecta principalmente a las familias obreras. Se estima que por cada dos puestos de trabajo que se caen en la industria fueguina; se pierde uno más en las empresas satélites y uno en el sector informal. El sector más afectado a partir del año 2015 es el metalúrgico, con la pérdida del 30 por ciento de los puestos de trabajo en promedio comparado con el año 2017. El equivalente a la pérdida de 12 puestos de trabajo por día en los últimos dos años.