Marcela Cárdenas, delegada gremial e integrante de la conducción del SOIVA, manifestó que “lamentablemente, hoy día vinimos a trabajar en nuestro horario normal y habitual, como corresponde, y nos encontramos que la planta estaba cerrada, sin habernos dicho nada desde la empresa, ninguna cosa, en absoluto”.

“Todavía, están debiéndonos los sueldos de septiembre a todos los trabajadores. Estábamos con el tema de las ventas, de hecho, hasta ayer estuvimos dando notas para que la gente concurra a comprar, a colaborar y ayudarnos. Y se ve que por una decisión del dueño, la planta hoy está cerrada. Es una sinvergüenzada, una canallada, eso de no dar la cara como nunca la dio. Pero ni siquiera venir a hablar con su gente, con sus trabajadores”, remarcó la delegada, expresando la enorme incertidumbre y el malestar generado por el cierre de una nueva fuente de trabajo y el abandono del empresario.