

Federico Rodríguez nació en Río Grande, en el año 1979; es escritor y editor. Trabaja con narrativa, historietas y guiones de audiovisuales. Publicó, junto con Germán Pasti y Omar Hirsig, “El origen del viento” (2013) y “Leyendas de la Tierra del Fuego” (2014). También con Hirsig, editó “Zink City: el oro de Popper y otros misterios de espanto” (2019), “Reclusos” (2020) y dirigió la Revista Caleuche (2015–2017).
Fue guionista de los documentales “Los sueños del Gobernador Campos” (2018), “El destino de Elena” (2019), “La hermandad” (2020) y “Pueblo de Río Grande” (2021) de la productora “El Rompehielos”. Dirige la colección Confines en la editorial Viento de Hojas, donde han publicado la “Antología íntima” de Niní Bernardello (2016) y la “Antología pertinaz” de Julio Leite (2018). En 2019 publicó “Myske, la cazadora” (con ilustraciones de Rodrigo Crespo). Fue editor literario del libro “100 años de Río Grande: El pueblo de las flores amarillas” (2021). Actualmente se encuentra trabajando en distintos proyectos de escritura, de guion y de difusión de autores fueguinos.
Participó de la tercera edición de “Refugio, feria del libro independiente”, que se concretó este domingo en la ciudad de Río Grande. En ese marco, dialogó con el programa radial “Desde las Bases”, que se emite por radio Provincia, allí fue consultado acerca de las nuevas tecnologías para publicar y señaló: “A mí me gusta mucho el audiolibro, me gustan mucho los podcasts, me gusta mucho -aunque no tengo, pero porque no se me ha cruzado- el libro digital. Me encanta el libro en papel, pero bueno, también sé que somos un poco románticos con eso. O sea, en la historia de la humanidad, la literatura ha circulado de muchas maneras; desde la oralidad, canciones, papiros, qué sé yo, y siempre es un momento”, mencionó Rodríguez.
Advirtió que en el momento actual “el papel es caro”, pero estimó que la forma tradicional seguirá existiendo y tendrá un lugar importante. Incluyo, se refirió a “las editoriales juveniles. Las cuales hace un par de años atrás estaban como en el pico de la producción. Entonces, por un lado, te dicen: los chicos no leen. Y por otro lado, ¿quién compra todo eso? O sea, es cierto que hay chicos a los que no les llega o no les ha llegado aún. Yo soy docente, y siempre que escucho una sala de profesores decir: los chicos no leen, les pregunto, cuéntenme qué están leyendo ustedes. Y no están leyendo nada. Es como una cosa rara”.
“Pero yo conozco chicos que leen y que leen mucho. No a todos les agarra, pero es como cualquier cosa, a algunos les interesa y a otros no. Viste que salió la televisión y era la muerte de la radio. Salió Internet y era la muerte de todo. Y siempre estamos anunciando algo así. Yo creo que el libro va a seguir circulando. Y el libro, aparte, todavía sigue siendo el mejor formato para almacenar”, aseguró el escritor fueguino.