

El texto difundido por el SEJUP, escrito por Hernán Gaite, secretario de Capacitación Laboral y Gremial, comienza señalando que “Era el año 1995 y los trabajadores metalúrgicos de Tierra del Fuego enfrentaban los cierres y despidos en las fábricas, que en su momento se habían radicado en esta provincia, por vía los beneficios de la Ley 19.640”.
“La mañana del miércoles 12 de Abril de ese año, toda la provincia se encontraba movilizada contra los despidos. Es allí donde el entonces Gobernador José Estabillo, del centroderecha Movimiento Popular Fueguino, que congrega en sus filas los sectores más reaccionarios de las oligarquías locales, ordena una encarnizada represión”, menciona el escrito.
Luego avanza en su desarrollo expresando que: “En horas de la tarde, en la intersección de las calles Magallanes y Lasserre, cae asesinado el obrero Víctor Choque. Es el primer asesinado en una manifestación desde el fin de la dictadura en nuestro país, en 1983.
Proveniente de la norteña provincia de Salta, Víctor Choque había llegado a Ushuaia en 1991 para trabajar en la fábrica Continental Fueguina, como tantos obreros migrantes internos y de países limítrofes, buscando un destino mejor para sí y para su familia. Ya en 1995 pasó a engrosar la lista de despedidos por la patronal.
La agitación obrera contra los despidos no se hizo esperar. Se movilizan el conjunto de los trabajadores fabriles. Es allí cuando Estabillo ordena una sangrienta represión sobre los huelguistas, enviando fuerzas de choque que contaron con el alistamiento de 300 gendarmes enviados por el gobierno federal, encabezado por el Presidente Carlos Menem, aliado incondicional del gobernador fueguino, quien desde la Nación venía aplicando a partir de 1989, políticas de ajuste, hambreamiento, privatizaciones, expoliación del patrimonio público, endeudamiento externo y derogación de conquistas y derechos sociales a los trabajadores.
En ese contexto represivo es cuando el policía Félix Polo asesina de un disparo con bala de plomo a Víctor Choque, ubicado a unos 300 metros de la dependencia policial.
La conmoción en Tierra del Fuego fue enorme, y pronto el nombre de Víctor Choque se transformó en bandera de lucha en todo el país. La acción sindical no se hizo esperar; en un hecho histórico, la Unión Obrera Metalúrgica convocó a un paro nacional en repudio al asesinato de este obrero fabril despedido.
La respuesta judicial se encargó de dejar impunes a los autores intelectuales de la represión. Polo fue condenado a tan sólo 9 años de prisión. Se dictaron condenas menores para el sargento Primero Rafael López y el cabo Primero Carlos Flores.
En cuanto a Estabillo, nunca recibió condena penal por ordenar aquella represión e increíblemente volvió a ser electo ese año de 1995 como Gobernador; al igual que Menem en las elecciones presidenciales. Parecía un referéndum laudatorio de aquel expoliador neoliberalismo, que hoy como viejos fantasmas, muchas de sus políticas económicas regresivas vuelven a ser salvajemente implementadas; esta vez por un gobierno libertario de extrema derecha, que no trepida en arremeter con toda crueldad contra la clase obrera, desocupados, jubilados, colectivos de mujeres, discapacidad, LGBTIQ y los sectores más vulnerables de nuestra población.
Al igual que nuestro querido Mariano Moreno, primer asesinado de la Patria en manos de la reacción saavedrista que quería retardar la tan ansiada declaración de la independencia; al igual que Cosme Budislavich, trabajador croata, primer mártir del movimiento obrero argentino; Darwin Pasaponti, primer caído del peronismo aquel 17 de Octubre de 1945; Felipe Vállese, primer desaparecido de la historia argentina; Víctor Choque pasaba a integrar la luctuosa lista de “primeros mártires de nuestra patria”, inaugurando con su muerte una nueva etapa represiva de los poderes del privilegio.
A 30 años del asesinato de Víctor Choque, desde la nueva Comisión Directiva del Sindicato de Empleados Judiciales de la Provincia de Tierra del Fuego (SEJUP), rendimos nuestro homenaje a este mártir de la clase obrera, que se transformó en bandera de lucha de toda una generación, que comenzaba a resistir los planes de ajustes del menemismo; manteniendo así incólumes los preceptos de MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA”, concluye el documento.