

La situación sorprendió a una familia que recorría la ruta el sábado pasado, cuando vieron al legislador ingresando a la estancia de su propiedad, armado y acompañado de dos grandes perros.
Registraron el momento, con las imágenes que se encuentran publicadas, y consultados al respecto aseguraron no haber visto ninguna situación irregular en la zona “más allá de alguna familia paseando o tratando de acceder a la costa del mar, que se encuentra alambrada y con tranqueras por todos lados”, dijeron al ser consultados.
Vale preguntarse el motivo por el cual el parlamentario recorría una ruta pública exhibiendo un arma, acompañado de dos perros sin correa alguna, emulando quizás alguna escena de un wéstern barato.
Mientras tanto, los pescadores artesanales siguen reclamando el libre acceso a las costas del mar, para poder realizar su trabajo y conseguir sustento para sus familias.