“Me dirijo a ustedes (a fin de comunicar) que he tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co-secretario General de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada ‘mesa chica'”, dice el texto.

Moyano era uno de los tres cosecretarios generales que conducían la CGT. Los otros dos son Héctor Daer (a su vez, titular de la federación de sindicatos de Sanidad, FATSA) y Carlos Acuña (quien también es secretario general de la federación nacional de trabajadores de estaciones de servicio). Moyano, en tanto, es secretario adjunto del sindicato de choferes de camiones de Capital Federal y provincia de Buenos Aires.

La renuncia de Moyano se produce un mes después de la de Mario Manrique, quien era el secretario Gremial de la CGT. Manrique mantuvo su rol como secretario Adjunto de Smata, el gremio de los trabajadores de las automotrices y fábricas de autopartes.

La referencia de Moyano a “las decisiones de la mesa chica” apunta a una reunión que se realizó el martes pasado en la que la docena de dirigentes reunidos en la sede del sindicato de estatales UPCN resolvió descartar la convocatoria a un paro nacional en diciembre, que era el planteo que venía agitando Moyano desde varios días antes.

Moyano no participó de ese encuentro y la voz cantante de las posiciones más duras las llevó Juan Carlos Schmid, quien es titular del sindicato de trabajadores de dragados y de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), que impulsó la medida de fuerza del transporte del 30 de octubre.

Además de rechazar un nuevo paro nacional, la mesa chica de la CGT no descartó la posibilidad de realizar una reunión del Consejo Directivo Nacional, propuesta de Schmid.

En lugar de un planteo de lucha, la mesa chica resolvió apostar a la negociación con el gobierno nacional en la mesa tripartita que componen la Secretaría de Trabajo y las cámaras empresarias más importantes del país.

Fuente: Tiempo Argentino