Sociedad | 24 jul 2023
CHARLA DEBATE
Carla Poth presenta su libro “Agricultura, ciencia y poder”
Carla Poth, becaria postdoctoral del CONICET, se encuentra presentando en la provincia su libro “Agricultura: Ciencia y Poder”. Estuvo el sábado en la Biblioteca Popular Alfonsina Storni y este martes lo presentará en la sede del SUTEF, en Río Grande, en una actividad impulsada por la Multisectorial de Derechos Humanos y la Comunidad Costera Tierra del Fuego AeIAS.
La Multisectorial de Derechos Humanos de Río Grande, junto con la Comunidad Costera Tierra del Fuego AeIAS, invita para este martes “a la comunidad a la charla con Carla Poth y la presentación de su libro “Agricultura: Ciencia y Poder” de Editorial Universidad Nacional de Luján”.
En la convocatoria, las organizaciones que organizan cuentan que “Carla es becaria postdoctoral de CONICET y estudia la inserción del conocimiento científico en los organismos estatales y las políticas públicas. Particularmente aborda el caso de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria y las regulaciones sobre bioseguridad en semillas transgénicas en Argentina”.
En su libro “Agricultura: Ciencia y Poder”, Poth por su parte señala que “la ciencia hace política poniendo en funcionamiento engranajes del Estado, revitalizando las dinámicas de acumulación del capital en las regiones agrarias y constituyendo las dinámicas de dominación abstracta y autónoma del capital en el Modelo Biotecnológico Agrario (MBA)”.
La presentación se realizará este martes 25, a las 17,00, en la sede del SUTEF (Fagnano 1145) y estará acompañada de una charla debate sobre las políticas públicas de liberación de semillas genéticamente modificadas, la aprobación de transgénicos y el rol de la ciencia en el modelo de acumulación agrario y en la toma de decisiones políticas.
Desde la editorial, sobre el libro mencionaron que “Solemos escuchar que estamos ante la “revolución de las biotecnologías”. Medios de comunicación, grandes desarrolladores, productores agrícolas, el poder político, suelen destacar la implacable transformación que ha significado la incorporación de las semillas genéticamente modificadas y lo “absolutamente necesarias” que las mismas se han vuelto para el progreso del campo. Bajo esta retórica, el modelo de producción agraria sería hoy de una relevancia fundamental, dada la necesidad de proveer alimentos al mundo y acabar con la creciente tendencia mundial que expone a 790 millones de personas al hambre crónica y a 2 mil millones de personas a la desnutrición encubierta”.
Luego se señala que “Argentina ha sido el escenario central de estas transformaciones. Como puerta de entrada para las semillas transgénicas y las biotecnologías en el Cono Sur, nuestro país produce más de 24 millones de hectáreas de cultivos transgénicos, entre soja, maíz, algodón, papa y también trigo”.
“Lo real es que, a pesar de la incorporación de inmensas hectáreas a la agricultura y el crecimiento descomunal de los rindes productivos, la incorporación de estas nuevas tecnologías no se traduce en un mayor y mejor acceso a los alimentos. Por el contrario, los altos niveles de efectividad que ha demostrado la agricultura en la producción de ganancias para sectores concentrados, se superponen con la constante falta de acceso a alimentos sanos y de calidad”, remarcaron desde la Editorial Universidad Nacional de Luján”.
Mencionando, además, que “Junto con esto, la producción agrícola es hoy una de las principales responsables de la reducción del empleo agrario, la destrucción de las economías de subsistencia, la expulsión de tierras del campesinado y los pueblos originarios, la generación de nuevas formas de enfermar y morir en los paisajes rur-urbanos producto de los agrotóxicos, y la eliminación global de montes y selvas, aportando fuertemente a la crisis climática. La contracara de esta expansión ha sido la velocidad y multiplicidad de conflictos y resistencias que van surgiendo a lo largo del proceso”, destacan.
Para finalizar expresando que “En este libro, buscamos reconstruir qué herramientas y estrategias fueron adoptadas por el Estado argentino para contribuir a la emergencia, consolidación y reproducción del modelo biotecnológico agrario, poniendo el foco en el rol central adoptado por la ciencia y la producción de conocimiento en el entramado de la política agraria”.