Respaldados por el gremio de ASIMRA, quien tiene representación a nivel patagónico, los supervisores del Grupo Mirgor del sector de autopartes, iniciaron a partir del jueves, el “quite de colaboración” como medida de fuerza inicial en defensa de sus tres compañeros despedidos, luego de que rechazaron el cambio de rama decidido arbitrariamente por el sector patronal, aunque también habría un cuarto despido de un supervisor que sí accedió a tal exigencia.

El cambio de rama en la actividad representa un ahorro aproximado del 20 por ciento de los costos laborales en la producción de partes y piezas que luego, se integran a los automotores que se fabrican en el resto del país, principalmente en Córdoba y Buenos Aires; una condición que el Grupo Mirgor ya aplicó a los trabajadores metalúrgicos encuadrados en la UOM bajo la misma presión de despidos, una estrategia habitual del CEO, José Luis Alonso.

Esta diferencia salarial se debe a una mayor exigencia que reciben los trabajadores en el proceso de fabricación, donde cualquier error puede afectar el funcionamiento de un vehículo, resultando letal para sus usuarios. Sin embargo, el Grupo Mirgor, dueño de todas las líneas de producción de autopartes -en el subregimen de promocion indsutrial que tiene la provincia- después de la compra de FAMAR en el año 2019, está decidido a eliminar ese diferencial, calificando al proceso de autopartes como si fuera el mismo utilizado para un acondicionador de aire domiciliario, un celular o cualquier otro producto electrónico.  

Desde la conducción de la Asociación de Supervisores Mineros, Metalúrgicos y Mecánicos de la República Argentina (ASIMRA) no descartaron que, en caso de que no retrotraigan los despidos, las medidas de fuerza se extiendan a los demás supervisores de las empresas del mismo Grupo empresarial como IATEC, FAMAR y Brightstar Fueguina, cuyo principales socios accionistas se encuentra la familia de Nicolás Caputo, ligado íntimamente al ex presidente.