Sociedad | 22 may 2022
EDUCACIÓN EN CONTEXTO DE ENCIERRO
El profesor carcelario
Pablo Rojo es docente con dedicación y vocación; muy conocido en el ámbito educativo, con un gran recorrido por instituciones de la ciudad y especialmente en la escuela secundaria de la Unidad Penitenciaria.
Por: Diego Videla*
Sus comienzos en la docencia fueron en septiembre del año 2010; llegó a buscar su futuro como docente por un anuncio en la tele en el que buscaban profesores para el CENSN°1 Aldo Aroldo Abregú que funciona en la Unidad Penitenciaria y que estaba a cargo de la directora Rosa Núñez. Dejó su curriculum vitae y automáticamente lo tomaron como tutor, para darle apoyo, ayudar y motivar a las personas privadas de la libertad, para que continúen sus estudios y obtengan un título.
El interés de Pablo Rojo lo llevo a saber cómo era trabajar en contexto de encierro en la Unidad N°1 de Río Grande y la diferencia en relación a la ciudad de Córdoba donde ya había tenido su experiencia laboral con los internos, en el área educativa.
El profesor contó que su aporte a los jóvenes es brindarles herramientas para el futuro, eso incluso les va servir el día de mañana con la certificación del estudio secundario completo para una real reinserción en lo laboral. “Ese esfuerzo es un logro personal por parte de quienes deciden dedicarle tiempo a cambiar su manera de pensar y de lograr las cosas que se propongan”.
Oportunidades
Para Rojo, estas personas en su momento tal vez no tuvieron el tiempo o la oportunidad, es por eso que lo llama “cerrar ciertas etapas de la vida” y aseguró que los muchachos, en su mayoría, y también adultos “toman con responsabilidad el poder terminar el secundario”.
“La importancia de que empiecen y terminen algo, del logro personal y la inclusión, de lo que genera aprender en beneficio propio, de eso siempre les hablo cuando me toca hacer las primeras entrevistas a los estudiantes dentro de la cárcel” explicó Pablo. “La amplitud de mente es transcurrir con ellos, el acompañarlos en su proceso educativo, desde su inicio, a veces hablan en monosílabos, pero para cuando están terminando el secundario su postura, forma de hablar y racionalidad es distinta, esa identidad se la da el estudio y es lo más gratificante de la docencia”.
Mientras continúa tomando un mate, tranquilo, Rojo habló de su experiencia y cómo se ve reflejada en la alegría que le genera ver a los jóvenes tener el título en su mano. “Es como darle esa herramienta que el día de mañana les va servir; todo ese esfuerzo se ve expresado en un paso más en la vida de las personas sin importar su condición, van generando la racionalidad de sus acciones en la vida cotidiana”.
Para el profesor de la Unidad Penitenciaria las clases siempre son especiales, cuando evacua duda o explica, observa ese miedo a veces de preguntar y de avanzar que tienen los jóvenes, pero remarcó el compromiso de estar a su lado y de ayudarlos. “Logro ganar esa confianza y romper esa barrera para decirles que vale equivocarse y empezar de nuevo, que es la manera, que así se aprende que no dejen” y así permanece muchas horas a veces explicándoles contenidos.
En la actualidad Rojo es coordinador del área educativa del centro de detención y continua con la docencia, da clases en el Colegio Soberanía Nacional por la tarde y en la noche va a la Unidad de Detención a hacer sus labores como profesor y coordinador.
Rojo señaló que hizo un proyecto, para trabajar de manera conjunta con el Estado, para ser más precisos, con el Poder Judicial, porque “una vez que salen por ese gran portón que significa libertad, lamentablemente se encuentran desolados, solos por la falta de trabajo y las pocas oportunidades reales de trabajo” y aclaró que sería distinto que, de acorde a sus capacidades de formación laboral y progreso, se los inserte en un mercado laboral dándole las herramientas que necesitan para poder continuar su vida y se dé de manera paulatina en ámbitos privados o públicos.
Estudiantes agradecidos
Joel. un ex alumno que egresó y obtuvo su título secundario estando privado de su libertad, habló de la experiencia que vivió junto a Pablo y de lo que le cambio la vida. Poder transcurrir todos los módulos del secundario y hacer las pruebas con todos los miedos que le causaba era un desafío muy grande.
“Con la ayuda de Pablo siempre era darle una vuelta de rosca y terminabas aprendiendo, lograbas empezar y te motivaba a continuar. Te mandaba a buscar dentro de la cárcel para que vayas a clases”.
El estudiante recordó que “obtenías una enorme satisfacción al contarles, en la visita, a la familia que estabas estudiando y cerrando ciertos ciclos de la vida, no solo por uno mismo sino también por la familia”.
Joel habló de cómo aprendió a resolver problemas y poder ayudar a sus hijos con la tarea y que es algo que va perdurar y guardar por el resto de su vida. Hoy estando en libertad agradece la oportunidad que le brindo Rojo y quiso “desearle una buena vida y gracias por todo lo enseñado”.
Un pensamiento en común con muchos de los estudiantes que pasaron por sus aulas. “Por muchos años más de docencia y dedicación en su labor como coordinador y referente para todos los alumnos que desean seguir aprendiendo, solo queda agradecer de corazón tu gran trabajo por las personas”.
*Estudiante de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N°35. Nota realizada en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.