El Grupo Mirgor parece no tener ningún tipo de responsabilidad social ni freno político o legal, así lo deja expresado en el propio texto de las cartas documentos que decidió enviarles esta semana a 14 trabajadores y trabajadoras, el mismo dice: “(…) Ante la necesidad de adecuar el plantel en términos de las facultades de organización y dirección a las pautas oportunamente establecidas, y la regla genérica de los arts. (…) comunicamos a usted que a partir de la fecha prescindimos de sus servicios, la liquidación final será depositada dentro del cuarto día hábil (…)”.

A pesar de que Mirgor es el grupo empresarial con mayor cantidad de ganancias relacionadas a los beneficios fiscales y económicos que tiene el sub régimen de promoción industrial -extendido hace meses por el Gobierno nacional-, lejos de garantizar la tan necesaria estabilidad laboral para un arraigo genuino, continua despidiendo al personal sin argumentos ni causas.   

Los 14 despidos se adicionan a los 50 que realizó en Brightstar Fueguina semanas atrás. También habría una lista de 70 personas que tienen más del 4% de ausencias –el equivalente a 10 faltas al año- y que, a pesar de estar justificadas legalmente, pretenden desvincular. En este grupo habría operarios y operarias embarazadas, con enfermedades profesionales (ART), pacientes oncológicas, con cuidados familiares y con tutelas sindicales. Desde el cuerpo de delegados decidieron realizar asambleas y no descartan convocar algún tipo de manifestación, en un periodo del año donde en gran parte del sector se encuentra en vacaciones.

Con antecedentes nefastos para el movimiento obrero, el Grupo Mirgor amasó su fortuna con políticas de persecución que incluyen desde altos ritmos de producción -que la llevan a ser la mayor empresa en relación a la cantidad de enfermedades y accidentes laborales-; con mayor porcentual de personal contratado y con prácticas antisindicales que incluyeron  el despido o “arreglo voluntario” de las y los candidatos a delegados, llegando a desvincular hasta el ex secretario de organización de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica en Río Grande.

A todo esto se suma la pretensión de la empresa de continuar quitando los servicios de comedor y transporte como lo hizo en el último periodo del año pasado en Famar y Brightstar, otras empresas que son parte del mismo grupo empresarial de Caputo y Macri -con acciones de la ANSES-, representados por su CEO José Luis Alonso.