Provinciales | 25 jul 2021
TURISMO INTERNO
Entre controles e incoherencias en la ruta 3
Este sábado había cinco controles vehiculares en la ruta 3, entre Río Grande y Ushuaia. Se pedía la misma documentación y en algún caso se produjo una importante demora a las personas que transitaban, en lugares complejos por el estado de la calzada como en el puesto Cesar Real, donde se encontraba personal de la Subsecretaría de Transporte. En ese mismo lugar, dónde no hay señal de internet, los conductores no podían exhibir la documentación por medios virtuales o utilizando la aplicación Mi Argentina y eran infraccionados.
El primero de los controles estaba instalado en el Puerto José Menéndez, a la salida sur de la Ciudad de Río Grande; el segundo en cercanías a Tolhuin, el tercero se encontraba próximo a la intersección con la ruta J en el puesto Cesar Real, el cuarto en el Centro Invernal Cerro Castor y el quinto en el ingreso a la Ciudad de Ushuaia.
Alternativamente eran la Policía Provincial, Gendarmería Nacional o el personal de Tránsito de la provincia quienes pedían la misma documentación y realizaban los mismos controles; quizás buscando una presencia en la ruta que se podía lograr con la colocación de móviles o un control de velocidad que se podía garantizar con radares o algún otro mecanismo que no genere demoras a quienes se disponían, tal vez con un tiempo acotado, a disfrutar de un rato de esparcimiento o hacer algo de turismo interno.
Pero párrafo aparte merece lo ocurrido en el puesto Cesar Real, dónde se generó una larga fila de vehículos, en algunos casos ocupando la ruta y la banquina con el peligro que eso conlleva por el estado que tenía la calzada con hielo y escarcha acumulados. Además, en contra de lo que se indica desde el propio Ministerio del Interior, en el lugar se exigía la exhibición de documentación que no podía mostrarse utilizando la aplicación Mi Argentina o las plataformas virtuales, porque no hay señal de internet ni se podía acceder a los datos de telefonía celular.
Sin atender esas circunstancias, los automovilistas que quizás tenían la documentación en regla y el seguro pago, no podían demostrarlo por esas circunstancias que eran responsabilidad de Estado. Sin embargo fueron infraccionados sin miramientos y se les decía que luego se encargaran de realizar los trámites correspondientes, para salvar esa situación de la cual no eran responsables.