Sociedad | 30 may 2020
EL APRENDIZAJE EN CUARENTENA
“La interacción es lo que se extraña, estar con los chicos”
Barbara García es maestra de primaria en la Escuela Provincial Nº 8. Ella, al igual que la mayoría de los docentes, intenta que sus estudiantes mantengan el ritmo de aprendizaje aún con esta nueva modalidad a la que tuvo que adaptarse.
Por: Julieta Rojas
Barbara García, de 41 años, trabaja desde el 2006 y actualmente está con sexto año como par pedagógico, es decir acompaña a la maestra de grado debido a uno o varios casos de niños con alguna necesidad educativa especial. Cumple las mismas funciones que el maestro de grado, por lo que está al tanto de los nuevos métodos educativos que se dieron a raíz de la pandemia.
Las clases de primaria ahora se envían a través de mails o vía WhatsApp. Para ella, dar clases en estas circunstancias no fue fácil. “Fue caótico porque soy cero tecnológica. Pero me estoy adaptando” explicó.
En su escuela se implementarán a partir de esta semana las clases virtuales en Zoom, una aplicación para hacer videoconferencias en grupo. Se dividirá a los estudiantes por grupos y se les dará un día a la semana para sacarse dudas. Contó que los padres mostraron su aprobación ante esta propuesta.
A su vez, ella tiene dos hijos de 6 y 16 años que también asisten a la escuela y debe, a través de su rol de madre, ayudarlos en su proceso. Aunque parezca más sencillo hacerlo siendo docente, igualmente se le presentan dificultades porque en su casa primero es madre.
“Ellos hacen sus deberes como pueden, en eso soy muy respetuosa; cuando ellos tienen ganas hacemos y hasta donde ellos quieran hacer. Yo creo que tienen una ventaja porque puedo ayudarlos desde otro lugar. Sé resumir, sé hacer un montón de otras cuestiones que tal vez otros padres por su rol no lo hacen ni tienen por qué hacerlo, es lo que yo elegí, la docencia. Igual no deja de estar el vínculo de madre e hijo”.
Los obstáculos de la virtualidad
Bárbara contó lo difícil que es mantener un buen seguimiento de los estudiantes en estas circunstancias. “La interacción es lo que se extraña. La presencia, estar con los chicos y mis compañeros. Porque no se sabe de qué manera dar los temas o cómo llegar al chico. No es lo mismo que si les das ejemplos o escuchan ejemplos de sus pares”.
La docente también manifestó algunos de los problemas que se dan en esta modalidad: “hay muchos que no tienen mail o es un solo celular en casa que tienen que ponerlo a disposición del niño para que lean y copien la tarea. Hay chicos que no tenían ninguna de las dos, que han recibido el cuadernillo y tampoco sabemos qué pasa con los cuadernillos ya que no hay un control. No sabemos si van con sus compañeros, si son los mismos temas, en realidad eso está inconcluso y hasta que volvamos no podremos saberlo”.
Bárbara comentó que hay muchas inquietudes tanto de los niños, que están ansiosos por volver a la escuela como de los padres, por lo que pasará el próximo año. Esto es debido a que son estudiantes de último año de primaria, y les preocupa saber qué harán con los contenidos que no alcancen a ser dados, si se podrán recuperar y cuándo. “Son respuestas que ni siquiera nosotros podemos dar, estamos todos con incertidumbre, hacemos cada uno desde su rol lo que puede”.
Igualmente manifestó que, aunque se intente modificar los medios para tener un mejor resultado con la transmisión de las clases, no será lo mismo. “No es el mismo contexto, tu casa es tu casa ya sea la del maestro o de los chicos. Yo acá voy a tener interrupciones de mis hijos y ellos de con quien convivan, no es un ambiente alfabetizador como la escuela. Vos sabes que vas 4 horas a eso, vamos con un objetivo en común todos. Unos a enseñar, otros a aprender ”.
El acompañamiento familiar
En estos tiempos de aislamiento necesitamos mucho el apoyo y el acompañamiento de las personas con las que convivimos, ya que son estas nuestro principal sostén. Esto se multiplica cuando se trata de los niños. “El padre que siempre estuvo está más presente aún y el que no, lo está intentando desde algún lugar”.
Barbara relató que hay muchos casos en los que los padres no encuentran la manera de ayudar a sus hijos porque no logran el entendimiento en ellos. Es más dificultoso para un padre que tiene que recordar los temas y tampoco es la misma paciencia que la de alguien que tiene la pedagogía.
Por otro lado, muchos se toman esta etapa a la ligera y, viendo la consideración que se les exige a los docentes para con los alumnos, dejan de lado la responsabilidad que esto conlleva. “Escuchan que no hay notas, que no van a repetir de año, y tanto niños como algunos adultos le restan importancia al aprendizaje en estos tiempos”.
La importancia del entorno
Bárbara resaltó en reiteradas ocasiones que, para ella, lo mejor que nos dará esta pandemia es aprender el valor que tiene la otra persona, que todos entendamos que a veces los contenidos, el conocimiento, el saber, no son lo más importante. Sino que las relaciones humanas son esenciales para nuestro crecimiento.
“No vamos a poder seguir un programa o un plan porque vamos a dar lo que se pueda. Pero positivamente creo que se va a valorar más la interacción entre ellos y con los adultos, e incluso a sus padres, porque se acercaron desde otro lugar”.
Además cree que se le empezará a dar mayor valor a la tarea del docente, ya que, al tener que realizar estas los padres, sabrán el esmero y paciencia que se requiere y dejarán de subestimarlo. “Siempre va a haber gente que no lo valore, pero porque no sabe, creo que muchas veces actuamos desde la ignorancia”.
“Espero que no nos olvidemos y le demos el valor que tiene al otro. Y aprender esto, sí necesitamos del otro, porque cuando estuvimos solos no fue lo mismo, nos angustió. Eso espero. Pero también somos muy olvidadizos los seres humanos”.
* Nota realizada por estudiantes de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT N° 35, en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.