“Esta propuesta educativa surgió en el año 2018 mediante un convenio entre el SUTEF, el municipio de Rio Grande y la Red de Investigadores y Organizaciones Sociales de América Latina (RIOSAL-CLACSO). Hoy cuenta con más de 160 estudiantes, con sedes en Chacra II, la zona centro y en la margen sur del río Grande”, mencionó Elías Piñeiro, uno de los docentes involucrados en el proyecto.

Luego mencionó que “la propuesta está basada en el marco de la Educación Popular, enfoque que prioriza la asistencia, la participación y el trabajo en clase porque entendemos que el aprendizaje es un hecho social que se produce en el vínculo entre los y las docentes, los y las estudiantes y el grupo de pares. Y que a partir del encuentro de cada clase surjan aprendizajes duraderos y transformadores”, manifestó.

En ese mismo sentido remarcó: “Creemos en una construcción colectiva del aprendizaje y que debemos brindar las posibilidades para que los y las estudiantes que fueron expulsados del sistema educativo, por diversas razones, puedan concluir sus estudios secundarios”.

Recordó que “El trayecto es de tres años orientado a comunicación, las clases son de lunes a jueves y los días viernes se utilizan a modo de refuerzo y consulta. El bachillerato cuenta con tres turnos por la mañana de 8:30 a 12:30, por la tarde de 13:30 a 17:30 y vespertino de 18:00 a 22:00”.

Explicó que “quienes deseen participar de esta propuesta educativa deben ser mayores de 18 años sin límite de edad, y presentar el DNI, certificado de finalización de estudios primarios o analítico parcial de secundario, la documentación debe ser presentada en el SUTEF, Fagnano 1145 de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 20:00”.

Remarcó el docente que “la propuesta es tratar de integrar a quienes van quedando fuera del sistema educativo, que van siendo excluidos. Tanto jóvenes como adultos, tratando de plantear una propuesta más constructiva donde ellos se sientan parte de la construcción del aprendizaje”.

Para concluir dijo que se trata de un proyecto “no antagónico a la educación convencional, pero sí bastante diferente”. Mencionando que los estudiantes “deben ser protagonistas” y señaló que se tendrá en cuenta “que cada uno de ellos es un diseño en sí, y se tienen que tener en cuenta sus necesidades, sus tiempos, para planificar y dar las clases”.