Sociedad | 6 jul 2018
Sociedad
Iglesia y Estado asunto separado
A partir del constante reclamo por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, se comenzó a poner una importante atención al poder de la Iglesia sobre el Estado argentino: ¿por qué están tan ligadas una con la otra?
Por: Prensa Obrera
La Iglesia, desde hace siglos, sometió a la mujer y la colocó en un lugar de sumisión, haciéndola creer –junto con la cultura machista- que su obligación es procrear y ser una extensión de su pareja varón, “ejerciendo así una potestad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres que no le corresponde, privándolas de la libertad de decidir” explican desde Prensa Obrera.
“La Iglesia Católica tomó un papel de liderazgo en la lucha contra el aborto con el propio sostenimiento del Estado. Usó de las escuelas que dirige con subsidios estatales, de sus emprendimientos económicos (como las clínicas privadas) y de su rol de religión oficial para imponer su concepción de la vida y la organización social, incurriendo para ello en amenazas y presiones dignas de una patota” comentan.
El poder de la institución religiosa sobre la sociedad civil es avalado por la constitución nacional y provinciales. La persistencia de este dominio actúa como el único que avala el orden social, incluso cuando el orden cambia, “pero siempre sobre la base de asistir ‘desde la espiritualidad’ (para lo cual ha recurrido a las armas, la tortura y otras vejaciones) la dominación de una minoría sobre una mayoría explotada”.
Sin dudar, el control social más intenso que se realiza es a través de la educación. En 1884, bajo el gobierno del Gral. Roca, se aprobó la Ley General de Educación 1420: “desechaba la educación de religión en las escuelas y establecía la educación común, obligatoria y gratuita, fue un punto de ruptura entre el gobierno y la Iglesia, que se profundizó con la creación del registro civil, lo que implicaba que las actas nacimientos dejaban de ser las partidas de bautismo, y el matrimonio debía ser celebrado por funcionarios públicos, quitándole a la Iglesia un dominio hasta ese momento absoluto”.
Con el tiempo, esta ley se fue Desde la aprobación de la 1420 a la fecha se la fue transgrediendo y “hoy la iglesia controla un porcentaje elevado de la oferta educativa, y en algunos lugares el 100%”.
Aun así, la Iglesia Católica está en crisis. Y es paralela al mismo derrumbe del capitalismo que defiende. Esta crisis da lugar a otras religiones que buscan el mismo objetivo de control social, por eso se pide la separación del Estado e Iglesia: sólo se puede pensar un futuro más igualitario dentro de un Estado completamente laico.
“La separación de la Iglesia y el Estado es un planteo elemental de la democracia burguesa que la burguesía no está dispuesta a llevar adelante porque entrañaría liberar al pueblo de una opresión ‘espiritual’ totalmente funcional a los intereses de la explotación del hombre por el hombre”.