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martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº1966

Provinciales | 8 dic 2017

EX CUSTODIO

Denuncian que Tapia mandaba a “apretar a la gente, cagarlos a palos”

Un ex custodio del secretario General de la UOM de Ushuaia, Hector “colo” Tapia, denunció públicamente que el gremialista lo contrató para realizar “aprietes”, para golpear trabajadores y hasta para “hacerlos echar”. Dijo que lo convocaron “porque le habían armado una lista contraria” y lo mandaban a las asambleas para “ver quien se quejaba y quien no”. “Yo no voy a quedarme callado, voy a ir a juicio y voy a decir quien me mandó; que fueron Héctor “colo” Tapia, Marcelo Castronuovo, porque hasta del gremio borraron la cinta cuando estaban en el gremio, vino a gritar uno y lo recagué a trompadas”, aseguró. Reconoció que habla porque luego de hacer esos “trabajos” lo dejaron “tirado” y hoy tiene que enfrentar una causa judicial.


 “Yo estaba trabajando bien acá en Buenos Aires y, por intermedio de un conocido de él, me dice que necesitaba ayuda porque se le había armado lío con la lista contraria. A Gustavo Monje –que es el tesorero- le habían pegado los de la lista contraría, y entonces me cita como seguridad. Yo mido un metro noventa y dos, peso ciento veinte kilos y laburo de custodia personal”, relató Nicolás Rojas, al comentar como se vinculó con el secretario General de la UOM de Ushuaia.

 

Dice que cuando vino a la capital fueguina, para comenzar a colaborar con Héctor “colo” Tapia, el primer mes “lo pasé mal, porque me alojaron en un hostel que era un asco, me aguanté; y después vieron como era yo, mi responsabilidad y mi buen laburo. Porque yo hacía lo que él me decía, él era legislador del Frente para la Victoria en ese tiempo, y entonces me alquilaron un departamento donde no estaba mal”, reconoció.

 

Rojas mencionó que luego lo hicieron ingresar “en la fábrica, donde no estaba mal y él tenía el poder absoluto”. Según cuenta, el titular de la UOM Ushuaia lo mandaba “a hacer los trabajos sucios, para que no lo tumben como secretario General de la UOM, y ahora estoy pagando las consecuencias”, afirmó.

 

Admite que entre los “trabajos” que le encargaron hizo “echar a un montón de personas, de eso me hago cargo”, señala. También le pidieron “que apriete a la gente, operarios a los que luego les pedí disculpas”, manifiesta Nicolás Rojas. Indicando que debía además “cuidarlos a ellos, a Héctor Tapia, Marcelo Castronuovo, Gustavo Monje; y después me soltaron la mano”.

 

“Los trabajos sucios eran apretar a la gente, cagarlos a palos, y me decían: vos quédate tranquilo, no pasa nada, te vamos a dar una probation, y me mandaron para Buenos Aires. Pero no tenían poder ni para levantar una denuncia penal”, afirma Rojas, quien hoy está involucrado en una causa por “lesiones leves”, a raíz de esos aprietes, donde dice que va a ventilar todo lo que sucede en la UOM de Ushuaia.

 

El ex custodio de Tapia asegura que pesó sobre él un pedido de captura y estuvo detenido durante dos días, por esta misma causa. Por ese motivo quiere contar todo lo sucedido y le pide “perdón” a quienes afectó con su accionar.

 

“A mí me mandaban a hacer los laburos y yo siempre les decía: ¿pero estás seguro? El abogado de la UOM es (Eduardo) Vale, y siempre me decían que me quedara tranquilo, pero dejaron mi causa en la nada y ahora tenía pedido de captura nacional e internacional por pegarle una piña a uno y una patada a otro”, reconoce Rojas.

 

Admite incluso que concurría “a las asambleas a ver quién se quejaba y quien no, apuntaban con el dedo para echar a la gente. Gustavo Monje es uno de los que me decía: este me dijo pelotudo en la asamblea. Porque a él le pegaron y a todos los que le pegaron los hizo echar”.

 

Dice que esas situaciones se daban “adentro mismo de la fábrica, pero borraron todos los videos con lo que yo hice. Porque él se habla con el de Recursos Humanos, incluso el de Buenos Aires. Toda la vida hubo complicidad con la patronal”, afirma.

 

“Yo les hice todas las movilizaciones, ellos no tienen noción de nada”, asegura. Reconociendo luego saber que hizo “cosas malas y me voy a hacer cargo, por eso no acepté los dos meses en suspenso. Porque yo no tengo antecedentes penales, nunca fui preso ni nada”, indicó, aunque advirtiendo que “yo no voy a quedarme callado, voy a ir a juicio y voy a decir quien me mandó; que fueron Héctor “colo” Tapia, Marcelo Castronuovo, porque hasta del gremio borraron la cinta cuando estaban en el gremio, vino a gritar uno y lo recagué a trompadas”, reconoció.

 

Reiterando que está dispuesto a hacerse “cargo”, pero aclarando que “la UOM de Ushuaia y Héctor “colo” Tapia no se van a olvidar nunca de mí”, porque está dispuesto a “contar todo”. Rojas dice que tiene que trabajar “en negro, porque en ningún lado me tomar por esta causa que tengo. A mí me dejaron en banda y muchos operarios que conozco me dicen: viste que te avisamos”, señala.

 

Rojas dice que está arrepentido de lo que hizo y pide disculpas “pido mil perdones, yo no soy de arrepentirme de nada, pero de este sinvergüenza sí me arrepiento y me arrepiento de haberle hecho daño todas las familias de Ushuaia. Les pido mil disculpas y yo pagaré con lo que me den, estoy a disposición de la justicia, pero no quiero que se la lleve de arriba este sinvergüenza que deja tirados a los que estuvieron a la par”, insistió.

 

Afirma que estuvo “en la mesa chica” de la UOM de Ushuaia y que lo escuchó a Héctor Tapia decir “yo corro con el caballo del comisario y a mí no me van a hacer nada”. Pero reiteró que denunciará en el juicio todo lo que conoce, mencionando que “es todo un círculo ahí, porque el hermano tiene una empresa de construcción y trabaja para la UOM, hace el barrio de la UOM, es un lavado de plata tremendo. Pero yo sé muchas cosas y no me van a callar”, afirmó.

 

Para concluir dijo que Tapia debería contar “todas las hectáreas que tiene en San Juan y decir con qué las hizo, porque yo sé un montón de cosas que nadie se anima a decir, pero yo sí. Que diga cuantas camionetas tiene, porque todo lo dibujan con el abogado Vale, tiene testaferros, todos están metidos. Adelante mío llamaban al jefe de recursos humanos y le decían: dale de baja a este, al otro, y no entraban más. Yo, Nicolás Rojas, vi todo eso y lo voy a decir frente a la justicia; porque él me dejó tirado y no le importó nada”, concluyó el ex custodio del gremialista.

 

 

 

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