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martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº1966

Sociedad | 29 may 2022

LA HISTORIA DEL AUTÓDROMO

Una semilla que nunca paró de crecer

El Autódromo de Río Grande se inauguró el 1 de mayo de 1972. Ese día se corrieron en total seis carreras, dos categorías para damas y cuatro para caballeros. De esa manera empezaba a escribirse una nueva historia del deporte motor fueguino.


Por: Franco Córdoba*

Como la vida misma, el Autódromo de Río Grande también tuvo un antes y un después, con una historia que bien podría dividirse en dos partes: por un lado, las carreras callejeras sobre las calles del pueblo y por el otro, la adquisición de una casa propia para desarrollar las competencias automovilísticas de una forma segura y con todas las condiciones necesarias.

 

Comenzaban a rugir los motores

 

“Todo comienza en la década del cuarenta con las carreras callejeras, aquí dentro del pueblo y eso se mantiene hasta fines del 60. Hasta ese momento venían corredores de Punta Arenas, Porvenir, Río Gallegos y algunos de Ushuaia. Sin embargo, a medida que avanzaban las temporadas, venían coches de mayor cilindrada, coches más veloces y entonces se hacía un poco peligroso correr aquí, dentro de Río Grande” recordó el ex intendente Néstor Nogar.

 

Una llamado que lo cambiaria todo

 

Si bien durante varios años se realizaron distintas ediciones de las carreras callejeras en el pueblo, sin ningún tipo de inconveniente, la actividad era vista con otros ojos por un organismo nacional.

“Tuvimos un llamado a la Municipalidad, de Vialidad Nacional, donde nos alertaba sobre el peligro que ocasionaba correr acá adentro y que fuéramos pensando en sacar las carreras del ejido urbano. Es así que nos dispusimos a buscar un lugar y finalmente el lugar fue el elegido, donde hoy funciona, construyendo así el Autódromo Municipal” comentó Nogar.

 

Llegó el día

 

El 1 de mayo de 1972, la institución más antigua del deporte motor en la provincia, daba un gran paso: la casa propia. “Se inauguró con la torre de control, ocho boxes y un circuito de 3 mil metros de ripio” relató el ideólogo del Autódromo. “Se hizo la ceremonia como con cualquier inauguración, con el Cura Párroco bendiciendo el circuito y las instalaciones, izamiento de pabellón con alguna autoridad que había llegado de Ushuaia, que era el ministro de Economía del Territorio Mariano Viaña y Ángel San Juan como un referente del automovilismo de aquí de Río Grande, un viejo poblador”.

“Se había programado entre 5 y 6 categorías. Se largó a la hora indicada con gran algarabía y presencia de los habitantes del lugar y se terminó todo en feliz término. De ahí nos fuimos a la entrega de premios que la hicimos en la Estación Aeronaval, con un gran festejo, brindis, discursos, y baile para no olvidar ese día tan especial para la afición automovilística” recordó Nogar.

“Tengo que recordar a algunos amigos que estuvieron muy cerca en el momento de la construcción del autódromo. Como Rubén Angelinetta, Silvestre Vera, el Dr. Raúl Chiflet, Juan José Degratti, y Rene Díaz. Era tanto el entusiasmo que abandonaban sus ocupaciones y le dedicaban tiempo a ayudar a planificar y tirar ideas” expreso el ex intendente, Néstor Nogar.

 

Su primera comisión

 

“En ese momento habíamos constituido en la Municipalidad una Comisión Municipal de Deportes que fiscalizaba, controlaba y organizaba estos eventos, de básquet, vóley, tenis y también las carreras de autos, porque había un impasse en las comisiones del Automóvil Club. En el momento de la inauguración del autódromo se le entrega el manejo a una comisión que se había formado, presidida por Oscar Ruiz, que era el gerente de Gas del Estado” señaló Nogar. “Me acuerdo que la única condición que se le puso es que de ahí en más el 20 por ciento de las recaudaciones fuesen destinadas a una asociación de bien público. Me acuerdo que Oscar Ruiz le entrega la comisión, a fines del 72, principio del 73, al señor Víctor Donoso quien siguió como presidente hasta que se corrió la primera edición del Premio de la Hermandad”.

 

Las nuevas generaciones

 

“Lo vemos con satisfacción y alegría, porque no fue una semilla que se tiró al aire y desapareció la pasión por el automovilismo. Acá yo creo que año a año vemos como crece; un ejemplo es la Carrera de la Hermandad que va en suba permanente, pero lo importante es que las distintas generaciones se prenden. Hoy ya están corriendo los nietos “de”, entonces eso a uno lo pone bien realmente”.

“Hoy el patrimonio del Automóvil Club Río Grande es muy importante. Donde está enclavado el autódromo son 60 hectáreas en el corazón del pueblo, más el circuito pavimentado y la torre de control” explicó el ex intendente. “No sé cuántas habrá en el país de automóvil club, de entidades privadas. Porque una cosa es el Autódromo de la ciudad de Buenos Aires, o el Autódromo de Río Hondo que son estatales, pero esto es un capital muy importante. El Automóvil Club cuenta con el título de propiedad de esas 60 hectáreas, título que llevó un trámite de 40 años, hablando con intendentes y gobernadores, hasta que una gobernadora, Fabiana Ríos, se hizo eco y nos firmó el título de propiedad, cosa que nos enorgullece”.

“Mi mensaje es que cuiden las instalaciones, que eso costo mucho. No solamente la construcción, sino el mantenimiento hasta el día de hoy. Los asociados son realmente los dueños de ese lugar. El voto que es cada dos o tres años y asamblea, son los que rigen los destinos de esto. Y estamos todos obligados a cuidarlo, porque es nuestro” finalizó Néstor Nogar.

 

* Estudiante de 3° año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social del CENT 35. Nota realizada en el marco de la materia Prácticas Profesionalizantes II.

 

 

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