“Ya presentamos la apelación a la decisión de no permitirnos el reingreso a la planta, sumado a una denuncia que hicimos en el Ministerio de Trabajo pidiendo la destitución de nuestros delegados de la Comisión Interna de Río Chico”, explicó Rodrigo Vidal, uno de los tres trabajadores que fueron despedidos de la empresa Río Chico, después que manifestaron su intención de postularse como delegados gremiales en las próximas elecciones.

Vidal explicó que presentaron este pedido de destitución de los actuales delegados, con el acompañamiento de 130 firmas, que se recolectaron “en poco tiempo porque los plazos vencían, pero ahí se refleja el descontento que existe”, señaló. Dijo que la imputación que les hacen a los delegados es la de “práctica desleal”, indicando además que se superó ampliamente el tercio de las firmas que debían recolectar para avanzar con la destitución.

El trabajador despedido mencionó, además, que “desde el 28 de mayo, cuando nos enviaron el telegrama, el gremio nunca se acercó a nosotros para nada”. Entendió que la UOyEP los dejó “en una desprotección total, porque la única charla que tuvimos fue una con (el secretario General José Luis) Villaroel en el gremio, pero después no lo vimos más. Escuchamos un par de notas que le hicieron en alguna radio, donde se contradecía él solo, pero nosotros no hablamos más con él”, insistió.

Rodrigo Vidal dijo que la empresa aduce un “despido con causa, lo que nos dejaría incluso sin indemnización. Pero nosotros, lo que queremos, es volver a nuestros puestos de trabajo porque no hay razón que justifique el despido”, indicó, tal como lo vienen señalando desde que se concretaron las cesantías. Además mencionó que la empresa ya les hizo “una liquidación final, como si fuera un despido con causa con proporcional de aguinaldo, días trabajados y nada más”, medida que rechazan de plano.

El trabajador aclaró que “lo que se está peleando es por el reingreso, no sabemos cuánto tiempo demandará pero no hay motivo por el cual nosotros no podamos reingresar”, aseguró el obrero despedido. Luego mencionó, sobre el impacto que tiene la situación en cada familia de los tres despedidos, que “cada familia es un mundo, cada uno de los tres tiene sus cosas, además nos dieron de baja la obra social entonces también estamos peleando con eso”, remarcó.

Contó Vidal que tiene “una hija con problemitas de salud, a mi otro hijo se le presentó un accidente; pero somos víctimas del juego sucio que nos ponen ellos”. Dijo que, más allá de concretarse el despido o prosperar la apelación, deberían tener un plazo de cobertura de tres meses incluso si se hubiera roto el vínculo laboral, pero “no se está cumpliendo, porque el primero de junio dieron de baja un convenio corporativo que tenemos con Galeno y automáticamente dejaron de prestarnos servicios”.

Señaló que incluso tenía turnos en el Hospital Garraham para atender a su hija, en medio de esta situación, por lo cual entendió que dar de baja la cobertura “es, por el lado que se mire, abandono de persona. Por eso esperamos una respuesta rápida de la justicia, para que volvamos a nuestros puestos de trabajo como corresponde”, concluyó Rodrigo Vidal.