Rubén López, hijo de Jorge Julio López desaparecido el 18 de septiembre de 2006, después de haber sido testigo clave en una causa que terminó condenando al excomisario de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz; participó de la proyección del documental “López somos Todos” en el CGP “Padre Zink” de Río Grande, donde en diálogo con la prensa dijo que esta actividad la vienen desarrollando “para mantener la memoria, el pedido de justicia, contarle nuestras vivencias sobre todas las cosas y como decía en la presentación del documental: referirnos a esa transformación que sufrimos nosotros por algo que no queríamos, que no pensábamos, porque nos atravesó esta segunda desaparición de mi viejo”, dijo al recordar que su padre ya había estado detenido-desaparecido durante la dictadura, entre los años 1976 y 1979.

Después expresó que “eso es un poco lo que queremos mostrar, también mostrar el compromiso. Por eso está, en una parte muy cortita, su testimonio -el de mi viejo- para que lo vean y que lo escuchen a él, de su propia voz. Que sepan del compromiso que tenía con sus compañeros de lucha, queremos seguir el reclamo con estas actividades como la de hoy, con una gran cantidad de personas viendo el documental”, expresó el hijo de Julio López, quien en la proyección estuvo acompañado por su esposa, Koqui Dalieri.

Dijo que la intención es que el documental “se pueda transmitir, que se pueda seguir viendo en diferentes lugares. Es maravilloso escuchar el silencio que queda al final del documental, es algo que nos pasa en todos los lugares. La gente se queda tan asombrada, sorprendida, que siempre pasa lo mismo”, aseveró.

Sobre la causa señaló que está “prácticamente parada desde hace mucho tiempo. La última vez que tuve oportunidad de hablar con el fiscal me referí a una cuestión que una señora recién mencionaba, fue por el papelito donde Etchecolatz había puesto: “Julio López” de un lado y no se alcanzaba a ver si decía “desaparecido” o “desaparece”. Él quería dárselo al fiscal, esa es la forma canallesca que tiene Extchecolatz de provocar”.

“Es un provocador nato, judicialmente eso quedó en la nada porque todavía estamos esperando que el fiscal nos convoque, para ver si podemos charlar con Etchecolatz respecto a qué quiso decir o hacer con ese papelito. Esa fue la última vez que hablé con el fiscal, hace tres o cuatro años. Porque la verdad es que le fuimos a decir al fiscal Marcelo Molina, que lleva adelante la causa, si quería traerlo o convocarlo. Ya sea que venga con el abogado o que se lo pregunté el,  por qué en estas circunstancias yo no se lo puedo preguntar si no es a través del fiscal”, explicó Rubén López. Asegurando que “todavía estamos esperando” la respuesta del fiscal Molina a ese planteo.

Sobre la segunda desaparición de Julio López y si develó un sistema de complicidades para concretarla, respondió “alguien sabe, no se quiere decir o no se puede decir, no pregunten por qué. Pero pienso que van 12 años y medio atravesando ciertas circunstancias o situaciones y digo: no puede desaparecer una persona y nadie sabe a nada, que no se haya encontrado nada, no lo creo. No tenemos pruebas para demostrar lo contrario, todos pensamos en los primeros días que le podía haber pasado algo físico, pero con el correr del tiempo perdimos esa idea porque nos dimos cuenta que no era posible”.

“A mi viejo no se lo ha encontrado por ningún lugar, nos han investigado a nosotros, a quien les habla. En un momento hicieron una denuncia diciendo que con un amigo lo habíamos desaparecido, así que no se investigaron en 2006 y en 2013 y 2014. Nos volvieron a investigar sin decimos que nos estaban siguiendo y nos estaban escuchando para ver si habíamos sido cómplices de la desaparición de mi viejo. Se archivó la causa, porque lógicamente no tuvimos nada que ver; pero hasta eso hicieron”, advirtió.

Para concluir expresó que “la defensa de los Derechos Humanos es una lucha permanente, hay que reforzarla. Por eso le decía a los chicos más jóvenes que esto pasó y que esto a su vez deben contarlo para tener experiencia y saber protegerse”. En otro sentido señaló que “En cuanto políticas de Derechos Humanos, este gobierno las ha destruido y las que no destrozó fue gracias a la lucha popular, a la lucha de Abuelas, de Madres, de Hijos, a la lucha del pueblo que pudo evitar el 2 × 1 en 2017”.

Reivindicando finalmente “cuando salimos todos a la calle a decir que eso no era posible, que no lo íbamos a permitir. Este gobierno destrozó infinidad de áreas, el área de protección de testigos que en su momento se había implementado, a raíz lo que pasó con mi viejo, fue desmantelada. Ese es el grado de importancia que le da el gobierno actual a las políticas de Derechos Humanos, que son políticas públicas que habíamos ganado”, destacó.

Para expresar por último: “esperemos que un gobierno nacional y popular, cualquiera sea el tinte de su pensamiento político, venga a gobernar y que pueda arreglar y revitalizar estas políticas para que se puedan llevar adelante. Y terminar, de una vez por todas, los juicios de lesa humanidad, porque falta enjuiciar a la pata civil; dado que no casualmente muchos de los que fueron parte de la misma hoy nos están gobernando”.